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La tiranía del supercampeón (80-73)

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El ciclo victorioso del Real Madrid parece no tener fin. Los de Pablo Laso se proclamaron campeones de la Supercopa Endesa ante un siempre correoso Kirolbet Baskonia y sumaron su título decimosexto desde la llegada del técnico vitoriano.

Puede que los blancos hayan perdido a Luka Doncic, pero con las llegadas de Prepelic y Deck, añadidas a la recuperación total de Sergi Llull (palabras mayores) y el rendimiento de hombres como Campazzo, Rudy, Tavares o Anthony Randolph continúan atesorando la mejor plantilla de Europa, repleta de recursos, variantes y solidez. La misma que le permite el haber mantenido prácticamente la totalidad de la columna vertebral de las últimas temporadas.

La final fue una reedición de la última competición nacional, un nuevo capítulo de ‘Enemigos íntimos’, el serial que amenaza en convertirse en historia del baloncesto español entre el Real Madrid y los equipos de Pedro Martínez. Y en el capítulo de Santiago, Edy Tavares volvió a ser protagonista como ya sucediera en la pasada final ACB. La influencia del caboverdiano en el baloncesto europeo está siendo espectacular. Hoy por hoy, ningún equipo es capaz de neutralizar las ventajas que generan sus interminables brazos y su agilidad. Su participación, cambia el sino de cada partido.

Sus primeros zarpazos a la final, unidos al acierto de Llull, le permitieron al Madrid conseguir las primeras rentas (13-6, minuto 6). El Baskonia por entonces sólo encontraba respuesta en la intensidad de Poirier (8 puntos en esos compases), especialmente motivado ante el gigante caboverdiano y dispuesto a plantearle un duelo al sol o más bien en las alturas.
Cuando Laso decidió dar descanso a Tavares, los de Pedro Martínez encontraron la agilidad en su juego y le dieron la vuelta al marcador con un 4-11 de parcial en apenas tres minutos que le permitió irse con ventaja al final del primer acto (20-21).

Ya fuera con Poirier y Voigtmann o Diop y Shengeila, los baskonistas, sin la oposición de Tavares, encontraban el camino rápido al aro. Amenazaron, de hecho, con dar un golpe sobre la mesa (28-36, minuto 17), pero Laso no perdió los nervios, ni siquiera paró el partido, confió en la reacción de sus jugadores, en la recuperación del pulso al partido de su vieja guardia pretoriana. Ayón y Rudy dieron un paso al frente y en apenas un minuto le dieron de nuevo el mando del encuentro a su equipo (38-36, con un triple de Carroll). Si bien es cierto que los de Pedro Martínez se fueron con ventaja al descanso (tras un triple de Granger), las sensaciones eran que habían tenido contra las cuerdas al campeón y no habían conseguido tumbarlo.

Tras el paso por vestuarios y tras comprobar que las viejas armas de estos enemigos íntimos se acababan neutralizando, fue turno de lucir el nuevo arsenal. Comenzó amenazando el Baskonia con un Shavon Shields tan talentoso como completo, anotando tanto en penetraciones como
desde la larga distancia (50-56, minuto 27), golpeando de nuevo el mentón de acero del campeón de Europa y de la Liga ACB. Fue entonces cuando Laso decidió dar entrada a Klemen Prepelic, hasta ese momento inédito en el partido. El compatriota de Doncic lució sus cualidades en apenas un abrir y cerrar de ojos: fortaleza (penetraciones castigando la defensa exterior del Baskonia) y acierto desde mucho más allá de la línea de triple. De su mano llegó una nueva reacción blanca para colocar un parcial de 21-8 en apenas seis minutos que obligó a Pedro Martínez a solicitar tiempo muerto (71-64, minuto 33).

Por entonces, Laso ya había dado entrada también a Gabriel Deck, el otro fichaje de esta temporada, que también mostró sus virtudes, sumando defensa, poderío físico y decisiones inteligentes.
Pese a que los de Pedro Martínez no arrojaron la toalla, Facu Campazzo (que jugó mermado tras un esguince en el primer cuarto) y Sergio Llull amarraron el triunfo.

Inmejorables sensaciones de un Real Madrid que amenaza con alargar su tiranía triunfal en el baloncesto europeo, sin apagar su sed de triunfos y con un Sergio Llull (MVP del torneo) con intención de recuperar, por la vía rápida, la batuta de esta engrasada máquina de baloncesto.

Jorge Gómez – @realjorgegb

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Escrito por
Jorge Gómez Bravo -

Redactor 24segundosenblanco

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