Continúa la maldición para los equipos españoles en la cancha del Buducnost. Allí no habían ganado ni Baskonia ni FC Barcelona y el Real Madrid tampoco fue capaz. Los blancos, desbordados durante todo el encuentro, no mostraron síntomas en ningún instante de poder sacar un resultado positivo de tierras montenegrinas. En un mal partido global por parte merengue, Llull fue el único que llegó a los 10 puntos encestados y, así, era difícil sacar algo positivo.
El inicio ya daba síntomas de lo que sucedería finalmente. Con la dupla Cole – Jackson a la cabeza, Buducnost endosó a los de Laso un contundente 7-0 de parcial de salida y ponía sobre el parqué el primer aviso serio. Llull, con una de sus habituales mandarinas, cortó la sangría y encaminó un 2-10 que pondría a los blancos por primera (y última) vez por delante con poco más de 4 minutos jugados (9-10, min. 04:19). Poco duraría la alegría para el Real, muy errante en el tiro. Por la contra, Cole y Jackson continuaron monopolizando el ataque local, castigando la blanda defensa blanca y aprovechándose de un paupérrimo acierto en el tiro por parte madridista (19-15 al final del primer cuarto).
La situación no mejoró en la reanudación. Los triples seguían sin entrar y Buducnost continuó a lo suyo: agresividad defensiva que se veía gratificada con canastas al contraataque. Laso, perplejo ante el bochorno que estaba observando, detuvo el duelo (27-17, min. 13:40). El parón no tuvo ningún tipo de efecto en los suyos y, cuatro minutos más tarde, la renta continuaba siendo la misma (34-24).
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Otro tiempo muerto del técnico vitoriano mediante el que intentaba cambiar el signo del duelo resultó infructífero y los blancos se fueron camino a vestuarios con un pobre 36-28 en el marcador. No parecía en absoluto el día del Real Madrid. Los madrileños presentaban un pobre bagaje de 5 de 15 en tiros de dos y 4 de 17 en el triple. Mucho que cambiar si querían sacar algo positivo de Montenegro.
Un Madrid irreconocible
El tercer cuarto tampoco fue el momento del Madrid. Y el tiempo acechaba. Entremedias, Buducnost veía cómo el tiempo corría a su favor y la ventaja no solo no disminuía, sino que iba incrementándose (49-34, min. 24:20). Los blancos hicieron el primer amago de acercarse, situándose a 9 puntos, pero, por enésima vez, los montenegrinos reaccionaron con un estupendo parcial que los situaba bordeando su máxima renta favorable (56-42, min. 28). Laso dio entrada a Rudy y con un triple suyo y otro de Campazzo, dejó la ventana abierta a una posible remontada para el cuarto y definitivo periodo (56-48).
Pero fue un sueño breve. Thompkins anotaba el tercer triple consecutivo blanco y ponía el duelo en 7 puntos (58-51) pero Bitadze, enorme durante todo el encuentro, despertaba a los blancos a base de tapones y puntos, dejando claro por qué es una de las grandes revelaciones de la Euroliga. A falta de 5 minutos, un clarificador 67-53 campeaba en el marcador. Tal y como había transcurrido el duelo nadie esperaba una remontada y esta, evidentemente, no llegó. Buducnost Podgorica certificó su nueva machada ante un equipo español y el partido terminó con un 73-60 favorable a un meritorio equipo local.
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Ficha técnica
Buducnost Podgorica: Jackson (10), Cole (14), Suad Sehovic (0), Clark (10), Barovic (6), Clarke (12), Sead Sehovic (-), Gordic (5), Bitadze (13), Popovic (-), Bell (3) y Nikolic (0).
Real Madrid: Causeur (0), Randolph (3), Rudy (8), Campazzo (7), Reyes (4), Ayón (2), Tavares (6), Llull (10), Deck (4), Prepelic (2), Thompkins (9) y Taylor (5).
Parciales: 19-15, 17-13, 20-20 y 17-12.
Imagen: Euroliga
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