El Real Madrid liderado por un gran Sergio Rodríguez ha logrado sellar en esta tarde de jueves su pase al Top-16 de la Euroliga tras derrotar en un agónico final al Nizhny en Novgorod por un marcador de 98-101.
El partido no comenzaba bien en Rusia para los de Laso. La mala defensa (sí, una vez más) madridista sumada a la incapacidad de mover el balón con fluidez en los primeros compases provocaba las primeras ventajas para el conjunto entrenado por Ainars Bagatskis. Un imperial Rochestie hacía y deshacía a su antojo mientras por parte merengue solo existía réplica por parte de Nocioni. Pese a todo el Real Madrid conseguía rehacerse y llegar al final de los primeros diez minutos con una desventaja pequeña (23-20).
El panorama cambió completamente con la entrada de Sergio Rodríguez a pista. Inspiradísimo en esta tarde de jueves el base tinerfeño, él solo se encargaba de dinamitar la defensa rusa con dos triples consecutivos, a los cuales acompañó con dos asistencias a Felipe y a Mejri para llevar al Real Madrid a una ventaja de 28-34 que obligaba al entrenador del Nizhny a frenar el partido. El tiempo muerto solicitado por Bagatskis surgió efecto en sus pupilos. Un parcial de 9-0 por medio de triples de Antonov y Kinsey, sumados a una canasta más adicional de Baburin, volvía a poner al equipo ruso por delante en el electrónico. Rochestie y Sergio Rodríguez dirigían las orquestas de Nizhny Novgorod y Real Madrid en un vibrante duelo que llegaba al descanso con un marcador favorable a los rusos de 44-41.
Tras la reanudación el Real Madrid optó por buscar más a Bourousis. El pívot griego se erigía como punta de lanza del combinado merengue en busca de la ansiada remontada en terreno ruso. Si bien sus acciones no eran inútiles, tampoco se puede decir que fueran suficientes. La defensa exterior de los de Laso seguía brillando por su ausencia, Antonov se entonaba, Rochestie seguía con su particular festival y la retaguardia madridista continuaba desangrándose. El enorme trabajo de Big Bou en este parcial fue el principal motivo por el cual los merengues llegaron vivitos y coleando a los últimos diez minutos del encuentro, en los cuáles entrábamos con un resultado de 69-68.
El Real Madrid conseguía encadenar buenas acciones y parecía otro al que se había visto en el partido. Se ponía por delante con un marcador de 72-76, con más moral que los rusos, que no habían sido capaces de romper el partido a su favor, con la sensación de que un par de acciones positivas más hundirían a los de Bagatskis. Pero, nuevamente, cómo no, aparecía Taylor Rochestie. Ocho puntos consecutivos del base de Houston volvían a poner al Nizhny por delante. Para fortuna madridista y desgracia local Rochestie se lesionó en la falta que originó los últimos tres puntos de esos ocho que comentábamos. Echando en falta la fluidez de ideas de Rochestie, el Nizhny Novgorod lograba mantenerse en el partido gracias al pundonor de Thompkins y Kinsey, pero observaba como eran los de Laso los que esta vez llevaban la batuta y el tempo del partido. Mucho juego interrumpido, muchas faltas, muchos tiros libres. Sergio Rodríguez con ayuda de Rudy Fernández lograban encaminar al Real Madrid hacia la victoria en terreno ruso ante un conjunto local mermado anímicamente por la ausencia de su líder. Cuando parecía que el partido estaba sentenciado para los de Laso un triple espectacular de Antonov con falta volvía a acercar al conjunto ruso, pero el conjunto merengue esta vez se mostraba infalible desde la línea de personal para colocar la sexta victoria en su casillero de la máxima competición continental con un marcador de 98-101.
El objetivo se ha cumplido en Rusia, clasificarse para el Top-16, aunque en este caso sea venciendo y, lamentablemente, no convenciendo.
Deja un comentario