100 a 60. El Real Madrid pone tierra de por medio con el 2-0 y la sensación de que llega más entero y sobretodo un con hambre que puede con todo lo que este delante, personificada en cada uno de los jugadores blancos, estén o no acertados, sumando cada pequeña victoria en un rebote, en un balón rodando.
Además del acierto de Sergio Llull en estado de gracia en su juego, que dinamito con 5 triples sin fallo en el primer cuarto al Barcelona en un parcial soñado de 31-10. Se nota en Rudy Fernández que ahora ha tomado el papel de hombre referente junto a los Sergios y desde su acierto está liquidando a un Barcelona que en Madrid no ha encontrado soluciones. Y así Carroll comiendo la batalla mental a Oleson, Felipe y Ayón (con sus molestias en el pie) batallando en la pintura, Nocioni, Maciulis, Rivers….
El primer cuarto solo tuvo un equipo y a un hombre. Sergio Llull con 5 triples y 15 puntos comandaba al Madrid a desarbolar a un Barcelona que no encontraba ideas, desarbolado por la intensidad brutal y el acierto del Madrid que no quería sorpresas de inicio. Los parciales se sucedían 8-1, 15-5, 23-7, hasta el brutal 31-10 final que dio final a un primer cuarto donde el Madrid había acabado con las esperanzas blaugranas en el inicio.
En el segundo cuarto, las ansías del Madrid por arrasar le impedían parar la maquinaría. Doellman en el bando blaugrana y algo de Pleiss eran los únicos que daban la cara. El ala-pívot de Cincinatti con 14 puntos era un faro al que se agarraba el Barça, llegando varias veces a la barrera de los 15 puntos de diferencia. Rudy Fernández tomando el relevo de Llull, se encargaba junto a la guardia pretoriana blanca: Maciulis, Rivers y Slaughter de volver a poner siempre las ventajas cerca de los 20 puntos. Al descanso 49-32.
Tras el descanso llego el momento de Felipe Reyes y Gustavo Ayón hasta que su pie dijo basta en la faceta de anotación blanca que no frenaba su empeño de lograr una victoria moral y psicológica aparte del valor del 2-0. El Barcelona solo tenía la luz de Doellman que cuando las sombras más acechaban a su equipo, saco a relucir la calidad que demostró en Valencia con 23 puntos, el único pues del resto de jugadores del Barça, no teníamos noticias, mientras el Madrid se divertía y parecía que cuando una racha conjunta de Rudy, Llull o el Chacho apareciera, la barrera de los más de 20 puntos volaría por los aires. El sinomimo de esta garra por comerse el mundo lo personificaba Andrés Nocioni con un 2+1 tras salir a la pista tras un golpe en la primera mitad. Un triple de Abrines desde el centro de campo evito el irse con +22 al final del último cuarto (75-56).
Un mate de Slaughter a una mano al inicio del 4º cuarto destaca lo que fue el partido en sí, con el Madrid en su mejor baloncesto de la temporada en el palacio junto las remontadas contra Efes o la final four y como según todas las informaciones que salen en estas horas, de homenaje al mejor jugador del partido, Sergio Llull que nos dejó una exhibición de madurez y juego con 24 puntos (90-68). El partido termino casi cuando el de Maón salía ovacionado del Palacio por su parroquia. El Madrid apretó hasta los 100 puntos divirtiéndose y el Barça de la mano de Abrines y Satoransky maquillaron hasta el 100 a 80 final.
Quedan tres oportunidades para ganar el título y el último reto del Madrid de Laso, que sería ganar esta temporada en el Palau, donde el Barcelona sacará su último aliento de garra y coraje. La serie por el nivel demostrado por ambos equipos no debería volver de Barcelona y el estado de ánimo del Madrid es ahora netamente superior al del Barcelona. Dependerá del estado de Ayón para poder plantear los partidos como en el Palacio y pensar que no está hecho. Ya hemos visto como el Barcelona forzaba el 5º partido, incluso tras recibir palizas aún más duras que esta.
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