La vida sigue igual…
No estoy haciendo un homenaje a Julio Iglesias, por mucho que los aficionados de los equipos pequeños o aspirantes a hacer cosquillas a los grandes en la primera que le dan los focos, quedan con todas las vergüenzas al descubierto, te das cuenta del nivel sideral al que están Madrid-Barça y luego Valencia-Unicaja del resto. El FC Barcelona Lassa solo perdió en este partido en que su uniforme es más feo que el del contrario y mira que ser más feo que un uniforme amarillo es difícil, pero de partido no hay nada que contar después del minuto 15 siendo generosos.
No necesito nada más de fondo de armario y que entrarán en calor los tirados ante un Granca que tras irse al descanso perdiendo por 9 puntos, desistió del partido y la competitividad para ver como el conjunto cule le brillaban los tiradores: Abrines, Oleson, un recuperado Eriksson con 16 puntos en un suspiro, bajo la dirección de Tomas Satoransky en modo «show me the money» tanto para el Barça si quiere retenerlo más allá del próximo junio, como de los Wizards que ya le reclaman.
No vimos siquiera a Tomic, vital para Pascual en todos los sistemas que implanta, pues no fue necesario su concurso con un Granca que hoy dio la sensación de que tanto hype de pretemporada, plantilla más larga y mil cosas más, se acaban cuando te pintan la cara de esta manera y pareces un pato mareado persiguiendo sombras.
¿Habrá final Barça-Madrid el sábado? Creo que ahora mismo solo lo puede evitar la paliza física del viaje a Brasil.
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