En un partido con un claro color verde, el Unicaja se impuso al Real Madrid en la segunda semifinal de la Supercopa y consiguió el pase a la final, en la que se enfrentará mañana a partir de las 19h al Barcelona Lassa.
El Madrid arrancó muy enchufado, con Felipe Reyes dominando bajo los aros y anotando con facilidad. Pero pronto se hicieron notorios los problemas que los blancos tenían para cerrar el rebote defensivo, algo que les lastró durante todo el choque y que los de Plaza supieron aprovechar a la perfección.
Las primeras ventajas del Madrid, que llegaron a los 8 puntos, fueron rápidamente igualadas por un Unicaja más físico, intenso y que aprovechó su condición de local para dejarse empujar por un Martín Carpena hasta la bandera.
Al final del primer cuarto se llegó con empate a 17, pero en el segundo cuarto el partido se rompió. Con Nemanja Nedovic y Mindaugas Kuzminskas imperiales (10 puntos para cada uno en este periodo), Unicaja consiguió una renta que no perdería hasta el final del encuentro, y que supo aprovechar y manejar con mucha tranquilidad. Los nueve puntos de ventaja al descanso llegaron a sobrepasar los 20 tras la reanudación, con Hendrix y Vázquez imponiéndose en la pintura y Dani Díez y Jamar Smith en el perímetro. El acierto desde el 6’75 de Unicaja (13/27), fue otra de las claves que desequilibraron el choque, ante un Madrid apático, sin chispa y que suspiraba por un descanso tras el ajetreado inicio de temporada.
La diferencia final del partido quedó en 15 puntos (94-79), aunque el último cuarto apenas tuvo historia y únicamente las ganas de Luka Doncic, que cuajó una buena actuación, dieron algo de vida a los diez últimos minutos. Felipe Reyes, Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll, de lo mejor en el equipo blanco.
El Real Madrid volverá mañana a la capital y aprovechará para realizar pretemporada con todos los jugadores, intentando recuperar lesionados (Taylor y Rudy), y preparando el amistoso del jueves en el Palacio ante los Boston Celtics.
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