El Real Madrid afronta esta noche (20:45h) su última final del año 2015. Una victoria ante el Estrasburgo nos daría el pase al Top 16, un hecho que en algunos momentos de esta fase regular parecía muy lejano. Porque no podemos olvidar que tras la derrota en Belgrado, el Madrid perdió cualquier margen de error y afrontó dos choques a vida o muerte ante Fenerbahce y Bayern en Múnich.
Ambas victorias, logradas en lo que se planteó como una «pequeña Final Four» en pleno diciembre, han dado moral a un equipo que, pese a algunas derrotas en Europa, no ha dejado de crecer desde septiembre. La reorganización de roles y las continuas lesiones han mermado mucho al grupo que, pese a todo, ha dado la cara en los momentos de máxima dificultad.
El Estrasburgo, que ya ganó en el partido de la primera vuelta por 8 puntos, viaja a Madrid con opciones de clasificación. Necesitan ganar por más de 28 puntos o ganar y esperar que el Bayern se lleve el triunfo en Belgrado ante el Crvena Zvezda. Caracterizados por una enorme intensidad física y por tratar de imponer un ritmo alto a los partidos, los hombres de Vincent Collet tienen en Vladimir Golubovic a su gran referencia. El ex del Unicaja o Zaragoza entre otros lidera a su equipo en anotación, rebotes y valoración. Junto a él, Rodrigue Beaubois, Kyle Weems, Louis Campbell o Bangaly Fofana, que hicieron mucho daño al Madrid en el partido jugado en Francia.
Una final para ambos equipos, especialmente para los locales, que aunque parten como favoritos, tendrán la presión de evitar ser el primer campeón en caer en la fase de grupos.
Pablo Herrero – @pablohm29
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