El Real Madrid sigue quemando etapas en su obligada puesta a punto tardía de la temporada. Ya se vieron visos la semana pasada contra el Barça (pese a la derrota) y contra Unicaja de que el equipo está tirando hacia arriba, y dichas incógnitas comienzan a despejarse. El Real Madrid ha vencido en este importantísimo duelo correspondiente a la quinta jornada del Top-16 de la Euroliga por 84-72 a un Olympiacos que no logra sentirse a gusto en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
En la reedición de la pasada final de la Euroliga desde el comienzo del choque ha sido el Real Madrid el que ha intentado llevar la batuta. En base al desacierto de los de Sfairopoulos las primeras rentas han llevado el sello blanco. Primeros minutos de poco acierto y defensas duras que situaban ligeramente por delante a los locales, rentas que se rompían por dos triples consecutivos del conjunto griego. Se llegaba al final del primer cuarto con un justo 17-19 favorable a Olympiacos.
Si parece haber un jugador al que le guste hacer daño a Olympiacos ése es Jaycee Carroll. Nada más comenzar el segundo parcial el jugador mormón hacía acto de presencia sobre el parqué del Barclaycard Center. Sus triples daban aire a un Real Madrid ausente de ideas ante la muralla defensiva helena. Por parte griega destacaba Daniel Hackett, protagonista de los mejores minutos de Olympiacos en el choque junto a Otello Hunter, dueño del rebote ofensivo en la primera mitad ante la desesperación de Pablo Laso. Pese a ello el vigente campeón gracias la defensa y al acierto de Carroll, Felipe y Ayón llegaba al ecuador del encuentro con un optimista 41-35.
Tras la vuelta de los vestuarios el Real Madrid desató la tormenta perfecta. Sergio Rodríguez y Sergio Llull se quitaron el yugo que les oprimía y a base de triples imposibles sacaron del partido a Olympiacos ante la mirada atónita de Sfairopoulos. Ningún jugador por parte griega decidía dar un paso adelante en el fin de reducir la renta adquirida por el conjunto local. El Real Madrid nos mostraba la cara del campeón, ésa que tanto nos gusta y que lamentablemente tan poco hemos podido vislumbrar en lo que llevamos de temporada. Los triples, el juego entre pívots protagonizado por Reyes y Ayón y la muralla defensiva. Tercercuartismo puro y duro de los de Laso que les catapultaba a un abultado 63-46 a falta de los últimos diez minutos.
El último cuarto fue casi un trámite para el Real Madrid. Olympiacos protagonizó un conato de reacción inicial, pero fue rápidamente reducido a cenizas por la disciplina merengue. Tras un triple de Llull se alcanzaba la mázima diferencia del partido (74-55), mas la relajación de los locales permitía reducir a Olympiacos el average hasta el 84-72 final, resultado que coloca al Real Madrid con 3-2 y a Olympiacos 2-3 en el Top-16.
La siguiente parada del Real Madrid en este Top-16 será el choque contra Baskonia. De nuevo con el Palacio como escenario, será necesario no fallar en casa para afrontar con ciertas garantías la infernal segunda parte de la fase, en la que nos tocará visitar casi todas las pistas complicadas del grupo.
Víctor Vera Santos
@victorverasants
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