Nos encontramos ante la primera semana en la que el nuevo formato de Euroliga se pone de manifiesto: en dos días, dos partidos. Un ritmo frenético que no deja lugar para el descanso ni la digestión de la primera derrota de la temporada, la sufrida el pasado martes en casa ante Baskonia. Donde antes había una semana para asumir y analizar el partido anterior y preparar el que se viene, el margen se reduce al máximo. En caliente, los jugadores deben subirse al avión y aterrizar en Milán, donde la exigencia de ganar, eso sí, sigue intacta con respecto a años anteriores.
En frente, un equipo que se ha reforzado de lo lindo este verano. Tras el ridículo de la temporada pasada, el Emporio Armani Milano ha tirado de chequera para montar un proyecto ambicioso que aspira a colarse entre los ocho mejores de Europa. A los Gentile, Macvan y Kalnietis se han unido Hickman, Dragic o Raduljica entre otros. Todo bajo la dirección, eso sí, de un Jasmin Repesa que no termina de encajar en un gran proyecto.
El arranque de temporada ha sido ilusionante para el equipo italiano. Dos victorias en sus dos primeros partidos (Maccabi en casa, Darussafaka fuera), ambas por escaso margen y una clara derrota en El Pireo ante Olympiacos que les deja con un balance de 2-1, idéntico al que presenta el Real Madrid. Un juego fluido en el que hasta 6 jugadores promedian más de 10 puntos por encuentro (Macvan lidera con 13.7) y con la variedad de recursos por bandera que, hasta el momento, da resultados.
Solo CSKA y Fenerbahçe se mantienen invictos (3-0) y ambos tienen una buena oportunidad (ante Unics Kazan y Galatasaray, respectivamente) para lograr su cuarta victoria consecutiva. Por tanto, el partido de hoy se presenta como una batalla para consolidar un buen arranque de temporada y mantener el aliento en el cogote de los dos finalistas de 2016. Los precedentes son favorables al cuadro de Pablo Laso, pues el Real Madrid no pierde en Milán desde el año 2009 (ganó en 2010, 2011 y 2013). A partir de las 20:45 tocará disfrutar de un partido que presumiblemente tendrá un ritmo frenético y mucho movimiento de balón. Y, por supuesto, tratar de asaltar el Mediolanum Forum.
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