Las sensaciones no eran buenas tras los tres primeros encuentros de la serie y finalmente el cuarto ha dictado sentencia. Valencia Basket ha vuelto a derrotar a un de nuevo decepcionante Real Madrid y se ha alzado con su primer título de campeón de la ACB en sus 30 años de historia.
La puesta en escena del conjunto de Pablo Laso no fue mala. De la mano de su núcleo duro, el Real Madrid finalizaba el primer cuarto con un favorable 19-20 en el marcador. Pero el partido duró eso, diez escasos minutos.
A partir del segundo cuarto se vio lo que se intuyó en el primer partido, se comprobó en el segundo y se reafirmó en el tercero: Valencia Basket quería ser campeón y para ello iba a dejarse el alma en La Fonteta. El Real Madrid, por el contrario, no ha estado nunca por esa labor. Thomas, Sastre, Sato, Oriola, Vives, Diot. Todos han dejado su impronta en una final hasta en el día más complicado, aquel en el que ha fallado su líder Dubljevic. La masacre al filo del descanso era una realidad: Valencia Basket despedazaba las ilusiones de remontada blancas con un parcial de 29-11 que dejaba a los taronja a veinte minutos de su mayor hito (48-31).
El paso por vestuarios vaticinaba la que podía ser la mayor debacle de la era Laso. Valencia Basket alcanzaba una renta máxima de 23 puntos (60-37) que sentenciaba el partido. Ahí apareció el único atisbo de orgullo blanco en estas finales. Con una rotación mínima durante toda la segunda parte (Randolph y Doncic ni siquiera saltaron a pista en ella, Hunter y Draper en todo el partido), el Real Madrid remó a base de ganas tardías para intentar maquillar el marcador. Dicho esfuerzo se manifestó en el marcador, no así en la lucha en el rebote, donde Valencia Basket se ha impuesto por un vergonzo 52-26. Los de Laso lograron situar el marcador a tan solo seis puntos de distancia, pero la heroica, haciendo justicia a lo visto, decidió no ayudar al conjunto blanco y señaló como campeón a un brillante Valencia Basket. Y es que no se puede negar la superioridad en esta final de los de Pedro Martínez, que logran su primera Liga tras eliminar a Barcelona y Baskonia para batir en la final al campeón de las dos últimas temporadas. El 87-76 final colocaba el 3-1 y hacía correr el champagne en Valencia.
De esta forma el Real Madrid cierra una temporada decepcionante. El fracaso de la Final Four ha vuelto a pasar factura a un equipo que ha pasado de soñar con su décima Euroliga a ser casi un cadáver en pista sin fuerza física ni mental. Toca levantarse y hacer autocrítica. Volveremos.
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