La visita a Israel con solo tres interiores puros disponibles hacía presagiar que el Real Madrid sufriría mucho y así fue. Maccabi supo aprovechar esa desventaja blanca muy bien durante toda la noche, capturando 11 rebotes ofensivos solo en el primer tiempo y siendo superiores en esa faceta durante todo el encuentro. Aunque el dato que define muy bien la sangría que sufrimos con nuestro rebote es otro: capturamos 19 rebotes en defensa y el Maccabi 18 en ataque (46 rebotes totales).
El Madrid salió muy enchufado a la caliente pista de Tel Aviv. Pese a que Bolden y Parakhouski hacían lo que querían en la zona en los primeros minutos, los triples de Rudy, Doncic y Randolph dieron una ventaja cómoda a los de Laso en el primer cuarto (llegó a ser de +10). Los problemas de faltas de Felipe nos permitieron ver casi de inicio a Trey Thompkins, que volvía a vestirse de corto tras un mes en Estados Unidos por problemas familiares. Campazzo entraba como quería en la zona y sacaba faltas pero el factor clave del primer periodo fue Rudy Fernández. El alero anotó 8 puntos y atrás trataba de secar a un DeShaun Thomas que veía el aro como una piscina.
El 22-30 de los diez primeros minutos dio paso a un parcial muy favorable al Maccabi en el que tres factores influyeron de manera decisiva. El primero fue el agujero en el rebote defensivo, que los israelíes aprovecharon para conseguir segundas y terceras opciones. Thomas y Roll castigaban de media y larga distancia y los blancos (hoy de azul) no encontraban la forma de pararles. El segundo fue el abuso del triple del Real, sin buscar más opciones ni elaborar los ataques. Y el tercero y más decisivo fue el arbitraje. En cualquier parcial a favor la defensa suele apretar pero parece de chiste que el Maccabi entrara en los últimos dos minutos del segundo cuarto sin ninguna falta. Especialmente claras fueron dos personales en un contraataque a Doncic y Randolph ante las que los árbitros decidieron hacer la vista gorda. La Mano de Elías entraba en ebullición cuando su equipo lograba la máxima (47-38), aunque dos tiros libres de Randolph y otra canasta de Doncic ponían el 47-42 justo antes de pasar por vestuarios.
Tras el descanso el Maccabi empezó a sufrir. No anotaban con tanta facilidad, la defensa del Madrid apretaba y solo Norris Cole con alguna penetración conseguía sacar ventajas que Tyus aprovechaba. Sin hacer ruido, el Real se volvió a poner por delante con el trabajo de Doncic y Randolph y lograba una ventaja mínima entrando en el cuarto decisivo (64-66).
Tyus, Norris Cole y las asistencias de Kane devolvían la ventaja a los macabeos y el Madrid se desangraba (otra vez) por no cerrar el rebote defensivo. Cuando peor pintaban las cosas, una falta de triple a Doncic más la técnica por las protestas a Spahija, que la joya eslovena completó con un triple para 7 puntos seguidos, daba aire al Madrid de nuevo (74-76). Pero con el apoyo de su público los amarillos volvieron a estirar el marcador y a pesar de que con 83-81 tuvimos un triple para ponernos por delante a poco más de minuto y medio para el final, el balón no entró. Doncic estuvo algo precipitado en los ataques finales y Tyus con un 2+1 tras dos rebotes ofensivos puso la sentencia (90-83).
Nada que reprochar al equipo que pese a las bajas -hoy decisivas- de los jugadores interiores estuvo en la pelea por la victoria hasta el último minuto. Ojalá Tavares ayude a paliar ese gran problema. Próxima parada, el Clásico el domingo.
Pablo Herrero – @pablohm29
Ficha técnica:
Maccabi Tel Aviv (22+25+17+26): DiBartolomeo (0), Jackson (13), Roll (16), Bolden (8), Parakhouski (3) -cinco inicial- Thomas (21), Kane (1), Tyus (14), Cohen (4), Segev (0), Cole (10), Zoosman (-)
Real Madrid (30+12+24+17): Campazzo (12), Doncic (19), Taylor (5), Reyes (12), Randolph (13) -cinco inicial- Causeur (2), Randle (2), Rudy (8), Maciulis (2), Yusta (-), Carroll (3), Thompkins (5)
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