El Real Madrid venció fácilmente a Bilbao Baskte en la despedida del Palacio de Alex Mumbrú. Los blancos dominaron desde fuera con Carroll y por dentro con un superlativo Tavares. Doncic, 15 puntos y 6 rebotes sin despeinarse. Preciosa ovación del Palacio a Mumbrú.
Venía el Madrid de ganar tranquilamente en Euroliga y lo mismo sucedió en Liga Endesa para seguir liderando la tabla con holgura una semana más. Un partido muy completo que en ningún momento peligró y en el que Alex Mumbru recibió un bonito homenaje tras su importante paso por el conjunto blanco. Se le recibió con aplausos y se le despidió con más todavía, como tiene que ser.
En lo que respecta al mero partido, este comenzó con un ritmo muy bajo que sirvió a Bilbao Basket para asumir la voz cantante durante prácticamente todo el primer cuarto. Ambas defensas no necesitaban de mucha intensidad para frenar al rival y los tiradores tampoco estaban especialmente finos. Para bien del espectador, con el paso de los minutos, Mumbrú, Campazzo y Yusta fueron entrando en calor y gracias a sus puntos el marcador fue más vistoso al final del primer acto (19-21). La sensación en estos primeros instantes era de que el partido no sería demasiado intenso y que, en cuento el Madrid pisase un poco el acelerador, la balanza caería fácilmente del lado blanco. Y así fue.
La chispa que le faltaba al choque para detonarse la puso Jaycee Carroll. El escolta americano, que no había jugado durante el primer cuarto, salió al parqué al poco de iniciarse el segundo acto y dejó casi todo visto para sentencia. Una bombita para calentar y tres triples consecutivos de regalo para poner al Madrid no solo por delante, sino con la máxima diferencia que había tenido hasta el momento y, de paso, dejar a Bilbao Basket muy mermado al descanso (48-34). De poco sirvieron, más que para que la renta blanca no fuera más abultada, los 11 puntos de Todorovic durante estos segundo diez minutos. Los de Veljko Mrsic se mostraron inoperantes ante la subida de intensidad defensiva madridista y el acierto en ataque, acompañando a Carroll, de Rudy (9 puntos) y Tavares (7 puntos, 5 rebotes).
La confirmación de lo esperado
La ventaja era insalvable y, si no lo era, rápido se encargó el Madrid, mediante Tavares y Campazzo, de confirmarlo. Primero, el caboverdiano se hinchó a meter mates, uno tras otro, que le llevar a unas estadísticas de 11 puntos, 9 rebotes (6+3), 1 asistencia y 2 tapones, aún no a mediados del tercer periodo. A su fiesta personal se unió Campazzo con dos robos prácticamente seguidos que pusieron la máxima y todo visto para sentencia (61-36). A partir de ahí, fue un partido de exhibición en el que el gran beneficiado fue Randolph. El americano nacionalizado esloveno anotó primero un triple y, posteriormente, un alley-opp con Doncic para certificar su regreso y sus ganas de entrar ya en dinámica habitual del equipo.
El tercer cuarto terminó 73-47 y el último fue un espejo de lo visto hasta el momento. Placidez blanca, dominio sin paliativos y la confirmación de que Tavares ha sido una bendición para sus compañeros, que no para sus rivales.
Ficha técnica
Real Madrid: Causeur (2), Randle (4), Randolph (7), Rudy (9), Radoncic (2), Doncic (15), Maciulis (-), Campazzo (12), Yusta (10), Carroll (16), Tavares (13) y Thompkins (5).
Retabet Bilbao Basket: Thomas (2), Fischer (-), Tabu (7), Mendia ()-, Hammik (-), Redivo (3), Salgado (7), Mumbru (17), Hervelle (6), Tomas (2), Todorovic (17) y Vucetic (4).
Parciales: 19-21, 29-13, 25-13 y 22-18.
Imágenes: ACB Photo/V. Carretero
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