Los blancos entraron tarde pero acabaron pasando su rodillo sobre Obradoiro quien, a partir del 8-18 de ventaja desapareció del parqué. Carroll fue el mejor del conjunto madridista y máximo anotador del encuentro. Bendzius, de lo poco salvable de Obradoiro.
Los partidos de ACB tras jornada de Euroliga suelen ser lentos por inercia. Un Madrid a medio gas, con mucha ventaja en Liga, que entra despacito y con buena letra al parqué, aunque en ocasiones demasiado desconectado. Hizo falta un parcial grande de Obradoiro para evidenciar que a ese ritmo el partido se iba. Lo vio el Palacio y lo vio Laso que con 8-18 en el marcador a falta de 02:57 paró el partido y le dijo a sus chicos que «hasta aquí». Y así fue. Después del tiempo muerto un parcial de 11-0 y todo el buen hacer de Obradoiro durante los siete primeros minutos se fue al limbo: el Madrid terminó por delante el cuarto 19-18. Buena parte de culpa de ello la tuvo Carroll. 10 puntos, con dos triples incluido que lo alzaron a lo más alto de la tabla en anotación.
Randle continuó con el parcial en la reanudación con dos canastas literalmente consecutivas (28-18) y, al fin, después de muchos minutos en el dique seco, Spires encestó para Obradoiro. A pesar de ello, la ventaja siguió en aumento para el Madrid. La entrada a pista de Yusta (4 puntos, 2 asistencias, 2 rebotes), Felipe Reyes y Ayón (4 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias) dio un aire nuevo que, sin necesidad de una alta intensidad (prueba de ello son los 6 puntos y 2 robos de Randle), no obtuvo respuesta gallega. El Madrid se fue en el marcador por encima de los 10 puntos de margen durante muchas fases del cuarto y solo la canasta sobre la bocina de Pustovyi impidió que esa renta redonda se mantuviese de camino a vestuarios (40-32).
Subida de intensidad defensiva
La intensidad siguió decreciendo y Obradoiro casi puso la alfombra al Madrid. Anotando solamente 10 puntos en el cuarto (llevaba 3 en los primeros 5 minutos), a poco que el Madrid estuviera acertado la ventaja se dispararía. Por supuesto, los de Laso no desaprovecharon tal oportunidad. Entre Taylor, Carroll y Edy Tavares finiquitaron el choque (62-42 al final del tercer periodo). Mención especial merece el pívot caboverdiano. Dos tapones suyos, uno de bellísima factura que terminó en un triple de Taylor al contraataque y que levantó al público de sus asientos, y un matazo propio de su estilo con el brazo muy por encima del aro dejaron todo sellado. Sin historia ya para los 10 minutos restantes.
Laso se dedicó a rotar y a repartir esfuerzos con todo lo que el Madrid tiene por delante. Muchos minutos para Yusta, Randle y Radoncic que Obradoiro aprovechó para reducir distancias en el marcador con un parcial de 0-11 (69-58) que no gustó demasiado a Pablo Laso. La afición intentó aupar un poco viendo peligrar la cómoda renta por encima de los 10 pero la victoria estuvo bajo control en todo momento. Al final 78-65. Próximo partido, martes 20:45 contra Joventut en el Palacio.
Imagen: ACB Photo/B. Abreu
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