El Real Madrid estará por séptima temporada consecutiva en la final de la ACB (todas con Laso) tras imponerse en el Gran Canaria a un conjunto amarillo que vendió cara la derrota y que hasta el final no bajó los brazos. Con un Rudy colosal y con varios jugadores por encima de los dobles dígitos en anotación, el Madrid volvió a hacer valer su profundidad de banquillo para liquidar la serie con un 3-0 y desde ya espera rival en la última batalla por el doblete.
Con el público de su lado el primer parcial llegó por parte de los locales. Rabaseda y Oliver encadenaron varias canastas seguidas y por si fuera poco Hierrezuelo hizo su aparición estelar. El árbitro malagueño no dejó pasar la oportunidad de ser protagonista y tras tragarse el silbato en una falta clara de Rabaseda a Carroll no pasó por alto las protestas del escolta de Wyoming y le señaló una técnica. Resultado: Jaycee al banquillo con tres faltas y un arma ofensiva menos para el Real Madrid.
Tavares y Báez tomaron el relevo y fueron los protagonistas del primer intercambio de canastas. Los amarillos se iban de 6 pero la salida de Llull (2 triples) y el acierto de Doncic (otro más) devolvía al Real el mando de un partido de ritmo altísimo. Balvin y Aguilar tomaban la delantera con un 5-0 ya en el último minuto aunque la pizarra de Laso dibujó una jugada que finalizó Randolph con un mate y dejó el marcador en un 27-25 tras los primeros diez minutos.
La salida de Ayón, Felipe (ya es el jugador con más partidos en la historia de la ACB) y Rudy dio aire a los blancos. Especialmente brillante estuvo el alero mallorquín (¡renovación!), que nos dejó otra ejemplo más del gran final de temporada que está realizando. Dos triples, valentía en las penetraciones y siendo el líder en la mejora defensiva del Madrid. Salvo Balvin, el Gran Canaria tuvo minutos en los que le costaba ver aro y aunque el ritmo de partido seguía siendo muy alto el acierto bajó. Tras una primera parte divertida, con muchas alternativas y buenas jugadas para el espectador, el encuentro llegó al descanso con un 50-50.
La vuelta de Carroll sentó bien a los de Laso. Con 8 puntos lideró un parcial de 4-14 que dio la máxima de la noche al Real y obligó a Casimiro a parar el partido. La defensa blanca apretaba y en ataque la inspiración del escolta (13 puntos en este cuarto) facilitaba mucho las cosas. La renta de diez puntos pronto bajó a seis gracias a los triples de Eriksson. Pero cuando el sueco entraba en calor volvió a aparecer Jaycee y sofocó cualquier intento de remontada local. Doncic también tomó responsabilidades y encontró casi siempre buenas posiciones de sus compañeros, con Tavares como receptor más destacado. Los 29 puntos en este parcial de los blancos les daban 8 puntos de renta para afrontar el último cuarto (71-79).
El Gran Canaria salió a morder ante lo que podían ser sus últimos diez minutos de temporada y con Balvin ejecutando y aprovechando pérdidas del Madrid volvieron a ponerse a tiro (75-79) con 7 minutos por delante. Rudy desde el triple estiraba la ventaja y aunque el partido seguía en un puño a cinco minutos de la conclusión (79-85) otro acierto desde el perímetro del mallorquín, que estaba en todas partes, ponía el +9 entrando ya en los cuatro minutos finales. Pero cuando todo parecía encarrilado, dos triples consecutivos de Báez y Eriksson volvían a apretar el partido con dos minutos por jugar (89-92). Llull primero y un triple de Jeff «Clutch» Taylor a 30 segundos de la conclusión terminaron sentenciando el partido y el pase a la final del Real Madrid (92-99).
Pablo Herrero – @pablohm29
Ficha técnica:
Gran Canaria: Oliver (10), Radicevic (4), Rabaseda (12), Báez (17), Fischer (2) -cinco inicial- Eriksson (10), Mekel (4), Seeley (-), Pasecniks (5), Paulí (2), Aguilar (15), Balvin (11)
Real Madrid: Doncic (11), Causeur (4), Carroll (17), Thompkins (4), Tavares (8) -cinco inicial- Randolph (2), Rudy (21), Reyes (6), Campazzo (2), Ayón (6), Llull (13), Taylor (5)
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