La pretemporada continúa con paso firme para los madridistas, quienes lograron una victoria de mérito ante uno de los grandes equipos europeos.
La victoria ante un rival de prestigio como Olympiacos ha dejado buenas sensaciones en el entorno madridista. Y eso que la primera parte no fue muy prometedora. Estuvieron muy lentos e imprecisos en ataque y flojos en defensa, lo que aprovecharon los griegos para marcar distancia al final del primer cuarto (14-23).
En el segundo periodo, la tónica se mantuvo, aunque con algo más de fluidez en tareas ofensivas, sobre todo de la mano de Thompkins que, aunque da la sensación de que ha perdido algo de físico este verano, no le ha pasado lo mismo con la facilidad para anotar. Sus doce puntos permitieron recortar algo de distancia al descanso (38-43). Pese al protagonismo del ala-pívot norteamericano, más que en el marcador, la noticia estuvo en la vuelta de Kuzmic a las canchas (hay que ver lo pronto que ha llegado noviembre) y en los primeros minutos de Usman Garuba con la primera plantilla.
Notoria mejoría en el segundo tiempo
El paso por vestuarios sentó bien al Real Madrid que fue capaz de darle la vuelta al marcador y ponerse por delante por primera vez desde el 2-0. Con un punto más de intensidad atrás, los de Laso se encontraron más cómodos en ataque y cerraron el tercer cuarto por delante 62-57. Olympiacos trató de apretar y llegó a igualar el marcador (66-66), pero un parcial de 14-3 dio por cerrado el partido.
A pesar de que la primera parte fue fría, en la segunda mitad pudimos ver algo más de lo que puede ser este Real Madrid: Tavares dominando bajo los tableros, Felipe Reyes haciendo un gran trabajo, Carroll y Prepelic convirtiéndose en la pesadilla de las defensas rivales y Llull y sus mandarinas.
El Real Madrid se mide este sábado a Unicaja a las 20:00. Si gana, se convertirá nuevamente en el campeón del Torneo Costa del Sol.
Imagen: ACB
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