El multiusos Fontes do Sar se engalanó para la primera participación histórica de Obradoiro en la Supercopa Endesa. El pabellón del combinado gallego recibió a ambos conjuntos como acostumbra, cantando a capela el ya archiconocido Miudiño, poniendo así la puntilla a una escenificación digna de un encuentro de altos vuelos que se resolvió mucho antes de lo que le hubiese gustado a la hinchada allí presente.
El aliento del público local no sirvió para que los suyos saliesen enchufados al parqué. Pese a la canasta inicial de Vasileiadis, el Madrid reaccionó rápidamente con un 0-7 de parcial que obligó a Moncho Fernández a parar el duelo (2-7, min 02:10). El tiempo muerto no cambió demasiado la situación. Los de Laso, firmes en ataque y aprovechando su superioridad en transición, plasmaron en el marcador esa mejora respecto al rival y se fueron al final del primer cuarto con una buena renta (12-20).
Los dos minutos entre cuartos vinieron bien a Obradoiro. Pese a la accidentada reanudación con antideportiva a Nacho Llovet por un codazo, fortuito, a Campazzo, los gallegos fueron poco a poco reduciendo distancias y llegaron a ponerse solo a 3 puntos (25-28, min. 15:21). El Real Madrid, por su parte, estuvo muchos minutos del cuarto con los fusibles fundidos. Pero, dada la enorme calidad y profundidad de su plantilla, se bastó con dos buenos minutos finales para no dejarse doblegar: 0-8 de parcial y a vestuarios con otro pequeño colchón (34-40).
Así lo veía el capitán blanco
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— Liga Endesa (@ACBCOM) 21 de septiembre de 2018
Un tercer cuarto matador
Todo el buen hacer de Obradoiro lo tiró el Madrid por la borda en un tercer cuarto perfecto. Pese a la pérdida en la primera posesión, lo que vino a continuación no sorprenderá a nadie que siga a este equipo. Los de Laso se pusieron el mono de trabajó y, liderados por un excelso Sergio Llull (17 puntos, 6 asistencias) endosaron un espectacular 8-28 de parcial para dejar completamente sentenciado el partido a falta de un cuarto por disputarse (42-68, min. 30).
Como invitada una renta de ese calibre, el Real Madrid se dejó ir y Obradoiro aprovechó para reducir la desventaja y maquillar el marcado. De los 30 puntos de los que gozaba el conjunto blanco, se pasó a 17 con 4 minutos aún por disputarse. Este parcial de 13-0 no gustó a Laso que paró el partido y pidió intensidad a los suyos para los minutos finales. Los jugadores frenaron la sangría y la renta terminó siendo de 20 puntos (61-81).
Sábado a partir de las 19:15 espera Baskonia.
Foto: ACB.com
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