El mayor desafío para un buen alpinista que se precie es alcanzar la cima de todos los ochomiles que existen en el mundo. Esta semana que comienza para el Real Madrid le puede hacer sentirse como ese alpinista que esperar poner su bandera en la cima de todas esas montañas. Los enfrentamientos contra Olympiakos, Barcelona y Cska el próximo jueves son sus ochomiles. Pero antes de intentar este reto, se necesita empezar con montañas mas pequeñas para coger impulso y afrontar el desafío con experiencia en tus espaldas. Y esa aclimatación, en el caso que nos ocupa, es el Herbalife Gran Canaria.
El Real Madrid llegaba al partido con la baja confirmada de Llull para, al menos, esta semana por molestias en su rodilla operada y las de Yusta, Kuzmic y Pantzar, que por decisión técnica o por lesión, también quedaban fuera de la convocatoria. Pero recuperaba por fin a Trey Thomphinks, que parece que ha superado las molestias en el pie que la fascitis plantar le estaba dando. Así, Laso presentaba un quinteto conformado por Campazzo, Causeur, Randolph, Taylor y Tavares para enfrentarse a un Gran Canaria que llegaba al palacio con la intención de convertirse en la pesadilla para los equipos españoles en la Euroliga, tras su “sorpresiva” victoria frente al barca. Y aunque el cuarto comenzó con una bandeja facil de Causeur, pronto se vio que los canarios no iban a vender barata su derrota. Con un magnifico acierto desde el perímetro, y con un Strawberry en estado de gracia, anotando 13 puntos en este primer cuarto, dominarían prácticamente todo el parcial, con los blancos remando tratando de contrarrestar las dos faltas tempranas de Tavares y su nula actividad defensiva, que permitió a los visitantes cerrar el parcial con 28 puntos, seis por arriba de los de Laso (22-28)
La entrada en el segundo cuarto de Prepelic en la dirección y de Rudy aportando como siempre su intensidad cambio el aspecto del partido, aunque los pupilos de Salva Maldonado seguían anotando con facilidad desde el perímetro (10 triples al descanso). El esloveno demostró que puede aportar mucho como base, penetrando y doblando el balón para que los compañeros consiguieran canastas fáciles, y sumando también puntos en momentos importantes, que consiguieron empatar la contienda y hacer que los blancos se pusieran por delante en el partido después de mucho tiempo. La entrada de Deck al final, secando a su par en ataque, posibilitó que el Madrid se fuera con 4 de ventaja al descanso (47-43).
El tercer cuarto ya fue otra historia. Con los blancos más espabilados en defensa, no permitiendo tiros tan fáciles y con un Randolph que sigue manteniendo el nivel espectacular que ha demostrado este inicio de temporada, el Madrid conseguía abrir una brecha de trece puntos, aunque cierta relajación al final del cuarto permitía de nuevo al equipo de Gran Canaria acercarse a la finalización del mismo, 62-57.
Para finalizar, y de nuevo con Prepelic en la dirección (mucho mejor hoy el esloveno que Facu Campazzo, pese a no ser su posición habitual) y con un Rudy enseñando porque es un jugador que cambia los partidos desde la defensa, además de enchufando triples con el alto porcentaje que atesora estos dos últimos años, el último cuarto fue un paseo para el Real Madrid, casi siempre con ventajas que oscilarían en el +10.
Así, el Real Madrid sigue con su trayectoria inmaculada en la presente edición de la Euroliga, consigue superar su “montaña de entrenamiento” para el reto de los ochomiles que se le presenta en los próximos días y reserva jugadores para que todos lleguen en unas condiciones de forma optimas (Ayón no disputó ni un segundo en el día de hoy). El próximo jueves empieza lo serio, con el enfrentamiento en Grecia frente a Olympiakos.
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