Inauguramos sección en 24segundosenblanco. Con el paso de los años cada vez más jugadores abandonan Europa con destino a unos Estados Unidos que arrasan con todo lo que ven a su paso. La NBA es demasiado sugerente y los mejores jugadores a este lado del charco quieren probarse cuanto antes con las estrellas americanas. Casos como el de Sergio Llull, que ha dado calabazas en infinidad de ocasiones para mantenerse en el Real Madrid, son los menos habituales, por no decir auténticas rarezas.
Y obviamente, dentro de este éxodo de jugadores que sufre el Viejo Continente temporada tras temporada, hay jugadores que han vestido la camiseta del Real Madrid. Actualmente hay seis en la NBA que en su día defendieron nuestros colores. En esta sección lo que haremos es intentar hablaros un poquito de cómo le ha ido la semana a aquellos que en su día fueron integrantes de nuestro equipo. Empezamos.
Indiana Pacers es uno de los equipos de moda en la NBA ahora mismo y parte de culpa de ello tiene Bojan Bogdanovic. El croata, que perteneció al Real Madrid entre 2005 y 2009, está en un fantástico momento de forma. Titular indiscutible con el defenestrado por estos lares Nate McMillan, Bogdanovic en los últimos choques ha promediado unos sobresalientes 20.5 puntos que han ayudado a sus Pacers a ser el segundo equipo más en forma de la NBA con cinco victorias consecutivas, solo superados por los Celtics. Actualmente posicionados en la cuarta posición de la conferencia Este, sin duda estos Pacers huelen a Playoffs.
También en la conferencia Este y siendo un hombre importante en uno de los equipos más relevantes de la liga tenemos a nuestro siguiente nombre: Serge Ibaka. El congoleño nacionalizado español jugó en el Real Madrid durante la temporada 2011/12 debido al lockout que sufrió la NBA ese curso. Fueron solo dos meses, en los que le costó al principio encontrar su sitio, pero acabó dejando un gran sabor de boca. Parecido, pero inferior al que está dejando en los poderosísimos Toronto Raptors, a estas alturas el mejor equipo de la competición. Pese a todo, esta última semana ha tenido luces y sombras para Serge y para el equipo. Las derrotas sufridas contra Nets y Bucks se han visto recompensadas con los dos últimos triunfos. A destacar el obtenido contra Golden State Warriors, vigente campeón y gran dominador de la NBA durante el último lustro, en el que Toronto logró imponerse con una brillante actuación de Serge, con 20 puntos y 12 rebotes.
Terminamos de hablar de la conferencia Este con nuestro Willy Hernangómez. Con pasado madridista más reciente que los anteriormente citados, Willy perteneció al Real Madrid entre 2012 y 2016. Tras un buen arranque de temporada al mayor de los Hernangómez le ha tocado pasar por un bache del que parece que por fin comienza a salir. Fuera de la rotación de los Hornets durante la segunda mitad de noviembre, el pívot español parece que poco a poco vuelve a entrar en los planes de James Borrego. A destacar los 13 puntos y 3 rebotes en apenas 16 minutos contra Detroit, que ayudaron a alcanzar una tercera victoria consecutiva que mantiene a estos Hornets una semana más en puestos de playoffs.
Viajamos ahora hasta la conferencia Oeste para hablar de uno de nuestros últimos mirlos, uno de los más queridos por la afición madridista: Nikola Mirotic. El montenegrino nacionalizado español llegó a Madrid con apenas 14 años y la abandonó con 23 con el único pero de no haber alzado la Euroliga, título que conseguirá seguro cuando vuelva para liderar al Real Madrid en la conquista de la Decimocuarta. Niko, hasta el momento, está cuajando una temporada sobresaliente. Segunda referencia en ataque de Pelicans mientras la salud le ha respetado, ahora ve peligrar su puesto en el quinteto titular debido a una lesión en el tobillo que Julius Randle está aprovechando a la perfección. Esta última semana, ya lastrado por estos problemas físicos, Niko solo ha disputado dos partidos en los que no ha logrado destacar. Ya sea como titular o como suplente, la aportación de Mirotic se antoja fundamental para que estos Pelicans logren alcanzar unos Playoffs que están carísimos en el Oeste.
Y cerramos la conferencia Oeste con dos jugadores que militan en el mismo equipo, Dallas Mavericks. El primero de ellos es Salah Mejri. El tunecino formó parte de las filas merengues entre 2013 y 2015, tiempo en el cual le dio tiempo a coronarse como campeón de Europa. No nos vamos a engañar, está siendo una temporada complicada para el que otrora fuera nuestro pívot. La rotación interior de los Mavs, con DeAndre Jordan como principal referente en la pintura, deja muy poco espacio a un Mejri que apenas ha disputado nueve partidos en la presente temporada, ninguno en los últimos siete días. Pese a ello seguro que seguirá trabajando en busca de la oportunidad de Rick Carlisle.
Por último, cómo no, tenemos que hablar de la joya de la corona, el culpable de que muchos de nosotros estemos con ojeras permanente debido a los partidos de Dallas Mavericks. Nuestro querido y añorado Luka Doncic, que está debutando esta temporada en la NBA tras dejar su huella para la historia en el Real Madrid, al que llegó siendo un niño con 12 años y abandonó siendo un hombre y ganándolo todo, destrozando récords a su paso. Llegaba a Estados Unidos como el mejor jugador que quedaba en Europa y está haciendo saltar por los aires hasta los pronósticos más optimistas. Doncic es el principal referente de unos Mavs que antes de la temporada parecían ser uno de los claros favoritos a luchar por obtener un buen pick en el próximo Draft y que ante la sorpresa de todos por lo que están luchando es por ser equipo de Playoffs, gracias en gran parte al nivel del esloveno. Tres victorias en los últimos cuatro partidos son un balance positivo para un equipo que tiene un balance de 15-12 y ocupa el séptimo lugar en el Oeste. Buen nivel también de un Doncic que solo ha flojeado en el último encuentro, en el que los Suns se impusieron por sorpresa al conjunto texano. Para recordar la actuación frente a los Rockets, donde Doncic anotó los últimos 11 puntos de su equipo de forma consecutiva para remontar el partido y alzarse con un meritorio triunfo.
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