El tema sobre el que gira este artículo salió en una conversación la semana pasada con un amigo de esta web (hola, Robabalones) y me volvió a la cabeza ayer, tras caer en el derbi. ¿Tiene el Real Madrid dos caras esta temporada, al estilo Harvey Dent en El Caballero Oscuro?
La respuesta es no. Primero, porque a diferencia del personaje que interpreta Aaron Eckhart no nos hemos quemado medio rostro. Y segundo, porque aunque es verdad que la versión ACB es más irregular que la que mostramos en Europa, la realidad es que el margen de error en la competición doméstica permite este tipo de tropiezos.
Dejando de lado las metáforas cinematográficas es evidente que en esta temporada se está notando más que hay partidos de liga que no afrontamos con la intensidad, motivación o ganas necesarias. Al primer tropiezo en casa contra el Andorra le siguió el mal partido en el Palau y más recientemente las derrotas ante Breogán y Estudiantes. En estos dos últimos encuentros es donde más evidente ha sido que los rivales han salido a mordernos mientras nosotros estábamos a verlas venir, y cuando quisimos reaccionar ya era tarde. El calendario, siendo devastador por lo cargado que está, tampoco serviría como excusa ya que estos dos tropiezos ante rivales que pelean por la permanencia llegaron antes de una jornada doble europea, lo que en teoría permite llegar con algo más de aire. Por suerte el vestuario es consciente de este problema de «falta de intensidad», como se vio ayer en las palabras de Sergio Llull tras el derbi.
Más allá de perder, que es parte de cualquier deporte, sí me llaman la atención algunas de las rotaciones. Partiendo de la base de que no conozco nada de lo que pasa en ese vestuario ni de cómo llega de cansado el equipo a los partidos, sí echo de menos más minutos para los menos habituales en Euroliga. En la opinión de quien escribe esto jugadores como Prepelic, Yusta o incluso Causeur, que ya han realizado buenas partidos en ACB, podrían disputar más minutos en liga ya que su presencia en los partidos europeos es reducida. El propio Llull, que tras su parón por las molestias de noviembre sigue fallón, abusando de triples lejanos y sin ritmo, debería aprovechar estos encuentros para recuperar sensaciones de cara a la Copa en febrero y no tanto para forzar tiros en malas situaciones (aunque sepamos que los puede meter).
Soy consciente de que dar más descansos a jugadores importantes podría provocar más derrotas y con ello un enfado mayor en el aficionado, pero ante una temporada tan larga y con la amplia plantilla de la que dispone Laso hay que hacer rotaciones y aprovechar a todos los jugadores para no llegar con la lengua fuera a abril (temporadas 2013-14 o 2016-17). Yo soy el primero al que le fastidia perder (sobre todo en partidos como el de ayer) y estoy convencido de que el equipo y cuerpo técnico ayer no salió nada contento del Palacio pero también entiendo que dentro del vestuario sea complicado tener la misma motivación en los casi 80 partidos de la temporada.
Dicho todo esto, y como conclusión, el grupo ha demostrado en los grandes partidos de esta temporada que pese a estar mal o tener días de malos porcentajes, siempre pelean hasta el final. Lo que tanto se elogiaba al Olympiacos de hace unos años lo tenemos día a día ante nuestros ojos. Valorémoslo.
Foto: EFE.
Pablo Herrero – @pablohm29
1 Comentario