El Real Madrid de Baloncesto continua atravesando su particular pasaje del terror en los encuentros que disputa lejos del palacio en Euroliga, ya que los tres que ha disputado de forma consecutiva lejos de Madrid, se han convertido en tres derrotas claras del equipo de Laso. Tavares se ha transformado en aquella versión de Frankestein lenta y torpe con las manos de los inicios y la defensa madridista, sobre todo en el interior de la zona, brilla por su ausencia, como el Hombre invisible.
El partido ante el Bayern se presentaba como una muy buena oportunidad para olvidar las dos derrotas anteriores ante Zalgiris y Efes e intentar poner balance positivo en tu clasificación, pero desde el principio todo se puso cuesta arriba. Tavares hacia dos faltas rápidas y Mickey tenia que hacer su aparición en el encuentro. Barthel se convertía en un dolor de cabeza para los madridistas y en este primer periodo mantuvo un pulso con Mickey y Randolph, que eran los únicos que mantenían en pie al equipo blanco. Se jugaba sin ideas, mas a base de arreones individuales que de sistemas, y el cuarto acabo con una leve ventaja local de 22-20.
Los dos minutos entre cuarto sirvieron para que Laso pidiera algo mas a su equipo, y para ello dio entrada a Campazzo, Deck y Carroll pero la bruma siguió cubriendo el juego blanco como el Londres de jack el destripador, y Radosevic cogió el relevo de Barthel como anotador alemán. Aunque hubo pequeños momentos en que el Madrid se puso por delante, la nula defensa blanca posibilitaba los puntos fáciles alemanes y estos no desaprovechaban los regalos, yéndose por delante al descanso por 41-38.
La película de terror continuo en el inicio del tercer cuarto, que se inició con una falta antideportiva merecida a Randolph y desde ese momento ya se abrió una brecha que el Madrid no sería capaz de cerrar. El único rayo de esperanza fue la aparición de Garuba, que hizo su debut en la máxima competición continental, anotando doce puntos y con 20 de valoración que hacen vislumbrar el excelente futuro del canterano madridista.
El periodo final fue el del despegue definitivo de los bávaros, que ya administraron su ventaja hasta el final del encuentro, aunque los blancos estuvieron cerca de la remontada en un arreon de orgullo, pero Monroe desde dentro de la zona y Koponen y de nuevo Barthel desde el exterior acabaron de matar el partido.
Se llevan 5 partidos de esta euroliga, peor el Madrid debe plantear muchas mas cosas si quiere luchar por lo máximo de nuevo en esta competición. El consuelo de que el resto de equipos grandes tampoco están bien tampoco vale, porque este sería el momento perfecto para coger ventaja. Próxima oportunidad, el viernes en el palacio ante el Alba de Berlín.
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