Han pasado siete meses desde que el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid se vistiera verdaderamente de gala. El Real Madrid, el 5 de marzo, derrotaba al ASVEL, el equipo presidido por Tony Parker, en el último partido de Euroliga que ha presenciado hasta la fecha el WiZinc Center. Hoy, a las 21:00 (DAZN), vuelve la Euroliga a Madrid con un duelo español entre Real Madrid y Valencia Basket.
No empezó bien la andadura blanca en la máxima competición continental la pasada semana. En la visita al Buesa Arena, ya con público aunque reducido (tan solo 400 espectadores), el Baskonia de Dusko Ivanovic desarboló al Real Madrid de la mano de un brillante Pierria Henry, imparable tanto desde el perímetro como en el uno contra uno. Un pequeño traspiés para los de Laso, que en el resto de partidos oficiales ha saldado sus encuentros por triunfos.
Una andadura más irregular en Liga Endesa lleva Valencia Basket, con dos victorias y dos derrotas. Sin embargo en Euroliga, que es lo que nos atañe, saldó su primer compromiso con un apretado triunfo frente al ASVEL. Los de Jaume Ponsarnau intentan poco a poco acoplar las nuevas piezas incorporadas este verano (Hermansson, Kalinic, Prepelic y Derrick Williams) para hacer olvidar tan pronto como puedan a aquellas perdidas.
Y es que este Real Madrid-Valencia Basket, si ya de por sí suele ser un partido caliente, esta vez tiene algo más de morbo. Klemen Prepelic vuelve a la capital española sin pertenecer ya al conjunto blanco y Alberto Abalde, por primera vez, se enfrenta a Valencia Basket tras el pago de su cláusula el pasado verano. Es muy poco frecuente que el Real Madrid abone la cláusula de un jugador pero, en el caso de Abalde, los blancos decidieron que un jugador de tal proyección y además cupo nacional merecía un esfuerzo económico poco habitual en las oficinas del diez veces campeón de Europa.
Los precedentes sonríen a los blancos. Los últimos diez encuentros entre merengues y taronjas son triunfos madridistas, que no caen derrotados ante el equipo valenciano desde marzo de 2018, donde un gran Dubljevic guió a los suyos a la victoria.
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