Tercer partido y tercera victoria en una semana para el Real Madrid. Los de Laso parece que van cogiendo la velocidad de crucero que a estas alturas de temporada suelen tener año tras año. Después de un mal comienzo en Euroliga, la competición doméstica fue el bálsamo que necesitaban los blancos. Sin embargo, ya no llueve tanto en Europa y en Liga siguen imbatidos, 10 de 10.
El Fuenlabrada iba a ser un hueso duro de roer, el equipo que más puntos mete en toda la Liga se hizo fuerte en los primeros 20 minutos. Grandes tiros, uan defensa intensa que ahogó y desesperó a los blancos, Randolph y Carroll se desquiciaron. El cansancio del partido contra Zalguiris y la intensidad de los visitantes se notó en la primera parte, 33-40.
Pero Carroll dijo basta en el tercer cuarto, el escolta americano anotó 13 puntos y provocó un empujón físico y anímico en sus compañeros. Facu entró en el partido después de fallar 5 triples, mientras Tavares y Thompkins aportaban grandes minutos. Poco a poco el Fuenlabrada fue perdiendo peso en el partido, le costaba más anotar y los blancos se encendieron desde el 6’75. El plan de Javi Juárez se iba desvaneciendo poco a poco.
Además de la victoria, que mantiene imbatido al Madrid en la competición doméstica, volvió a cancha el argentino Gabi Deck después d unos partidos sin jugar. La otra cara de la moneda fue el partido de Llull, que después de cuajar un gran encuentro en Kaunas estuvo muy desacertado, fallando triples liberados, tirando otros muy forzado, perdiendo balones… Pero no seamos injustos, el menorquín cada vez está mejor, hay que aceptar que no será el de antes pero es buena señal que siga tirando, que no se corte, aunque falle, porque ese es el espíritu de los más grandes, el que nunca deja de intentarlo. Llull sigue carburando y el Madrid parece que ya está a velocidad de crucero.
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