La cuesta de enero está siendo especialmente dura para el Real Madrid, ya que a las numerosas lesiones se suma un bajón de juego que se ha traducido en derrotas en Europa en tres de los últimos cuatro partidos. Por ello, y en la previa de una semana de doble jornada continental, los blancos están obligados a ganar al Panathinaikos (21:00 horas, DAZN y Vamos) para mantenerse en la parte alta.
Vamos a esperar y ver cómo evoluciona el equipo en las últimas horas para decidir la convocatoria
Con un equipo cogido con pinzas y a la espera de ver si Llull vuelve a las convocatorias tras tres semanas fuera, Alocén queda nuevamente como el único base puro del equipo. En la rueda de prensa prepartido Laso explicaba que «tenemos los problemas casi típicos de este momento de la temporada. Algunos jugadores con sobrecarga. Tavares, Thompkins, Taylor… son jugadores que están jugando muchos minutos y se van acumulando. Tenemos también la baja de Laprovittola por la enfermedad; Llull ha podido hacer el entrenamiento completo y Rudy ha empezado pero luego se ha tenido que retirar”.
Precisamente Tavares volverá a ser la gran referencia blanca ante un rival que se la da especialmente bien. La altura de Mitroglou, MVP de la última jornada, será su principal obstáculo en un Panathinaikos que llega a Madrid sin Papagiannis ni Papapetrou. El irregular pero siempre peligroso Nemanja Nedovic y Aaron White son otros de los jugadores en los que fijarse. Los griegos llevan sin ganar a domicilio en Euroliga desde principios de diciembre y en los tres partidos dirigidos por Oded Kattash, su nuevo entrenador, suman dos triunfos y una derrota.
Choque entre dos de los equipos más laureados del continente que llegan en momentos delicados y con la necesidad de ganar. Una tercera derrota seguida en Europa en el Palacio sería un palo para un equipo que, a pesar de las bajas y del mal momento ofensivo, sigue dando la cara cada vez que sale a la pista.
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