Era una final, un duelo directo entre dos de los equipos que se encuentran en la zona medio-alta de la clasificación, donde cada victoria vale oro. Un choque, además, entre los dos conjuntos con más Copas de Europa en su palmarés (10 y 8 respectivamente) que esta temporada han dado un paso atrás pero cuyo objetivo final sigue siendo estar en Colonia en mayo. Sin embargo, de salida eso solo parecieron entenderlo los rusos, que con un Shengelia disfrazado de triplista (tres en cinco minutos, once puntos en el primer cuarto) dio el primer golpe encima de la mesa y logró un 0-8 de salida.
El Madrid poco a poco fue encontrando el ritmo y con la conexión Alocén-Tavares y un par de triples de Causeur y Trey se metió en el partido. Los ataques dominaban a las defensas y en ese intercambio de canastas los de Itoudis tomaban una ligera ventaja tras los diez primeros minutos (21-23).
El ritmo era alto y el partido estaba entretenido. El Madrid se mantenía cerca pero las ideas ofensivas se acabaron cuando Thompkins y Tavares se sentaron a coger aire y Garuba y Tyus salieron a pista. La falta de opciones y de generadores de juego impulsó al CSKA, que con un 2+1 de Clyburn y un triple de James colocaban la máxima de la noche (30-38, minuto 16). El amago de reacción blanco quedó en nada con tres aciertos seguidos desde el perímetro de los rusos: dos de Clyburn y otro de James estiraban la desventaja hasta el -12 rozando el descanso. Un mate de Voigtmann ampliaba esa diferencia ante un Madrid sobrepasado, sin ideas y que tampoco era capaz de frenar al CSKA. Al paso por vestuarios el marcador reflejaba el acierto desde el triple de los visitantes (10/19) y la impotencia de los locales (41-55).
Cualquier posibilidad de remontada pasaba por realizar una buena salida tras el descanso y la esperanza duró menos de un minuto. Tres faltas recibidas y otro triple encajado obligaban a remar mucho más y levantar un -20 tras otro acierto de Voigtmann desde fuera. Thompkins intentaba reducir algo la diferencia pero los rusos en ningún momento perdían la calma… hasta que apareció Carroll. El escolta entró con un -20 y con dos triples (uno con adicional) y la atención que generó de los defensores abrió espacios para sus compañeros. Causeur lo aprovechó desde fuera y con una bombita sobre la bocina del tercer cuarto ponía «cerca» al Madrid por primera vez en mucho tiempo (67-74).
The floater is GOOD for @FCauseur1!#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/1tM7EywkIw
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) March 18, 2021
Otra bombita de Carroll colocaba a cinco a los de Laso y ahí entró en acción Voigtmann. La movilidad del alemán hizo mucho daño a Tavares y su mano desde fuera daba aire a los suyos, que se iban por encima de los diez puntos de nuevo. Abalde y la lucha de Tavares intentaban por última vez dar opciones al Madrid hasta que de nuevo, el pívot alemán, asestaba un golpe casi definitivo al choque. Pese a todo los locales estaban a dos posesiones pero en el minuto final, apurando cualquier mínima posibilidad, el CSKA cogió hasta tres rebotes en ataque y Voigtmann, quién si no, sentenció con su cuarto triple de la noche (89-96).
Derrota que complica mucho la vida al Real y obliga a ganar mínimo dos de los cuatro partidos que restan para no quedarse fuera de playoffs.
Real Madrid: 89 (21+20+26+22): Causeur (14), Abalde (7), Tyus (0), Laprovittola (2), Felipe (-), Alocén (2), Deck (12), Garuba (3), Carroll (17), Tavares (12), Thompkins (20), Taylor (0)
CSKA Moscú: 96 (23+32+19+22): Lundberg (4), Bolomboy (4), James (22), Ukhov (-), Hackett (4), Antonov (0), Strelnieks (4), Voigtmann (18), Clyburn (23), Shengelia (14), Kurbanov (3), Eric (0)
Foto portada: Euroleague.net
Pablo Herrero – @pablohm29
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