…Las noches en Estambul son mágicas (casi como en el Palau), la luz se ve de una manera especial y algunos quedan tan prendados que, o se olvidan de hacer su trabajo, o lo hacen en exceso. El Madrid también quedó a la orilla del Bósforo en su camino por alcanzar la cuarta final four consecutiva, después de nadar durante toda la serie, remontando partidos imposibles, como fueron el tercero y el cuarto y doce puntos en este ultimo encuentro.
El primer cuarto ya dio muestras de lo que iba a ser el encuentro, un partido de poder a poder que no se iba a parecer en nada a ninguno de los anteriores. Efes arrancaba con la novedad de Anderson en el quinteto, pero el factor determinante era Singleton, que una y otra vez percutía en la zona aprovechando su mayor poderío físico. Por parte blanca, un gran Alocen anotaba y dirigía perfectamente a los suyos, y ayudado en defensa por Garuba, Abalde y el retorno de Tavares llevó a su equipo a conseguir una ventaja de tres puntos al final del primer periodo.
Ya en el segundo cuarto, y con la segunda unidad blanca sobre la cancha, el partido continuaba mas o menos en la misma senda, y cuando uno de los dos contendientes golpeaba, el otro respondía. Laprovittola cogió el timón del barco de los de Laso, y mantuvo el nivel que viene mostrando en los últimos tiempos, anotando fácil desde el exterior y dando buenas asistencias. Con el a los mandos, los blancos consiguieron la máxima ventaja en el electrónico, seis arriba, pero un triple lejano de Micic redujo esa ventaja a 5 (36-41), resultado con el cual se llegaría al descanso.
Tras el paso por los vestuarios, en el que todos los equipos recibieron sus instrucciones (el arbitral parece ser que también), comenzó el tercer cuarto, que es el “periodo Géminis” de Laso: o te destrozan el partido o les meten parciales enormes. En esta ocasión, tocó la cara mala, ayudada en parte con la aquiescencia arbitral en la zona turca, de la que desaparecieron las faltas (tal es así que la “jugada croissant” del partido para la Euroliga es un tapón en falta de Singleton sobre Tyus) y en la que apareció una antideportiva a Garuba de chiste, hasta que los de Ataman sumaron su máxima diferencia, doce arriba, momento en el cual los árbitros recordaron que llevaban silbato encima y empezaron a pitar también faltas a los turcos. Singleton seguía siendo un dolor de cabeza y Micic empezó a martillear el aro blanco. Por el Madrid, Thompkins y el coraje de Rudy en defensa consiguieron enjuagar la ventaja turca para acabar el cuarto solo con tres puntos de desventaja (60-57).
el ultimo cuarto fue un autentico sube y baja de emociones, entre el máximo favorito para conseguir el titulo y un equipo que a pesar de las bajas, lo ha dado todo y a punto ha estado de sorprender a los turcos. En este periodo final ninguno de los equipos conseguía despegarse y se alternaban en el marcador. Los señores colegiados colocaron a los blancos en bonus cuando quedaban aproximadamente 5 minutos, lo que provocó que los de Laso tuvieran mas problemas en defensa al no poder emplearse igual que lo estaban haciendo (Efes no entro en bonus en este ultimo cuarto y se escamoteó un 3+1 de Larkin sobre Laprovittola que hubiera puesto al Madrid 4 por encima). Aún así, los de Madrid tuvieron opciones hasta que quedaban un minuto del final, con una canasta de Tavares que empataba el partido a 80. En la jugada posterior, y con una muy buena defensa blanca, Simon anotaba un triple casi al final de la posesión y a 39 segundos del final del encuentro, que tras la buena defensa posterior provocando el fallo de Llull desde el triple, significó el final del partido.
Dura derrota pero hay que aplaudir a estos jugadores y a este cuerpo técnico, que a pesar de todo lo que ha pasado este año, han estado a punto de llevarnos a una nueva Final a cuatro de la Euroliga. Pero, por desgracia, el sueño se quedó a la orilla del Bósforo.
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