El Madrid se manejaba cómodo en las distancias cortas, pero veía rota su racha triunfal frente a un AS Mónaco que le adelanta en la clasificación y que cuenta con un genio en sus filas: un Mike James irrefrenable que llevaba el partido a la prórroga y conseguía imponerse a todos sus pares.
Con la gran noticia de la vuelta de Yabusele tras sus problemas físicos, en los primeros compases de partido era Alberto Abalde el que se convertía en el nombre propio, gracias a su acierto exterior. Enfrente, lo que ya se sabía: la percusión de Mike James y Jordan Loyd ponían los puntos para los de la Roca, que se ponía por delante en el ecuador del primer cuarto. En respuesta, el primer carrusel de cambios de Chus Mateo, y la aparición de Musa en el partido para reequilibrar el marcador. Se unía Llull que a pesar de fallar el último tiro permitía que el electrónico se inclinase de lado blanco de manera clara: 23-17.
Pero Mónaco está en la parte alta de la clasificación por méritos propiospor méritos propios. Con un 0-6 de salida igualaba de nuevo, mientras el Madrid sumaba en “modo hormiguita” desde el tiro libre. La defensa también daba sus frutos, aumentando la diferencia local a máximos de 10 puntos, que la genialidad de Mike James reducía poco antes del descanso… El joven canterano Eli Ndiaye trataba de frenarlo, pero el crack estadounidense convertía el reto en un triple estratosférico. El Chacho no acertaba la respuesta, así que el paso por vestuarios dejaba todo por decidir: 48-45.
El inicio del tercer cuarto seguía siendo “territorio James”. El genio hacía lo que quería con su marcador, en este caso un Causeur que no conseguía pararle sino con faltas, y el marcador volvía a igualarse. La falta de control en el rebote ofensivo permitía una serie de segundas opciones a los monegascos, que se ponían por delante con un +5 tras una polémica decisión arbitral y una técnica al banquillo de Mateo. Al final, 62-65 antes del parcial definitivo.
Y la vuelta tan celebrada en la previa encontraba en este su razón de ser: 5 puntos seguidos de Yabusele volvían a poner por delante al Madrid. James seguía a lo suyo igualando de nuevo un marcador que no se inclinaba hacia ningún lado de manera clara… Hasta que a falta de menos de 5 minutos del final, dos triples de Llull y Yabusele ponían un 78-70 que obligaba a Sasa Obradovic a pedir tiempo muerto. Musa aparecía para homenajear a la leyenda Mirza Delibasic en el 21º aniversario de su muerte. No era tan fácil, sin embargo: Loyd y James seguían tratando de demostrar que su equipo no es flor de un día y que está llamando a las puertas de la realeza continental.
La falta de contundencia en el rebote ofensivo dejaba unos momentos de incertidumbre en una victoria que parecía segura. Jordan Loyd era atendido sobre el parquet tras un fortuito golpe con Yabusele, y tras el parón, de nuevo Mike James: ponía el empate a 88 tras un triple con Tavares encima, al que conseguía sacar el tiro libre adicional. Mateo diseñaba un aclarado para Musa que no salía, y nos llevaba a la prórroga.
LA QUE HA METIDO MIKE JAMES
A la prórroga el partidopic.twitter.com/YnfVKwCn8c
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) December 8, 2022
La prórroga seguía la tónica del resto del partido, con máxima igualdad y un Mike James capaz de todo. Interrupciones y faltas para morir en la orilla: un 94-95 que deja mal sabor de boca en La Casa Blanca por romper la buena dinámica, y afianza a AS Mónaco en los puestos de cabeza de la clasificación.
Real Madrid 94 (23+25+14+26+6): N. Williams-Goss, F. Causeur (4), A. Abalde (11), M. Hezonja, S. Rodríguez (3), V. Poirier (8), P. Cornelie (3), W. Tavares (17), S. Llull (12), G. Yabusele (12), E. Ndiaye, D. Musa (24).
AS Monaco Basket 95 (17+28+20+23+7): J. Brown (4), E. Okobo (9), J. Loyd (19), J. Blossomgame (7), A. Diallo (12), A. Moerman, D. Motiejunas (8), I. Ouattara (2), M. Strazel, D. Hall (6), M. James (28).
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