Pese a contar con uno de los mejores rosters de la competición, el equipo no termina de mostrar esa regularidad en Euroliga tan habitual durante la última década. Por diferentes motivos. Pero si algo hemos aprendido los sufridos madridistas del baloncesto es que nunca se puede dar a este equipo por vencido. Por ello, en 24segundosenblanco lanzamos un buen puñado de deseos en clave madridista para este año 2025.
Que ganemos el mayor número de trofeos posibles. Qué menos que la Liga y la Copa ante este FC Barcelona tan mediocre de Willy y Peñarroya.
Que Hezonja demuestre que es el mejor alero de la Euroliga de manera indiscutible. Y Tavares despeje las dudas sobre su millonaria renovación del verano pasado. Ambos deben ser piezas clave del presente y futuro del Real Madrid.
Que Eli Ndiaye y Hugo González gocen de más minutos. Ambos chavales tienen condiciones de sobra para ostentar un rol más importante en este equipo. Lo que falta es valentía. Lo podemos lamentar en el futuro.
Que Herreros acierte con su próxima apuesta exótica en el mercado de fichajes. Queremos que traiga al nuevo Jeff Taylor o Gaby Deck. Basta ya de contrataciones vulgares procedentes de clubes ACB. Y no miro para nadie.
Que Dejan Bodiroga deje de darle bola a los jeques y no se cargue el basket europeo tal y como lo concebimos. La hostia puede ser tremenda. Y lo que le faltaba a este deporte es encabronar a su tribu de aficionados.
Que a Ibaka le respeten las lesiones y lo podamos guardar en formol para los 10 próximos partidos más importantes de la temporada. Lo necesitaremos.
Que Andrés Feliz deje esa actitud pasota y se ponga las pilas. Esto es el Real Madrid. Y el sector pipero no va tener clemencia con nadie. La paciencia puede empezar a agotarse.
Que los arbitrajes de Euroliga o ACB respeten al Real Madrid. Y el club se tome en serio la labor institucional. Ya no tenemos la excusa de Portela y Bertomeu. Hay que espabilar.
Que el público del Palacio despierte de su letargo complaciente fruto de esta última década de bonanza y sea consciente que juega un papel fundamental en el presente y futuro de la sección. No todo va a ser dar palmas. El cariño hacia el equipo y la institución se puede demostrar de diferentes formas.
Que Chus Mateo aprenda a gestionar mejor los finales apretados de partido. Y no haga las rotaciones como si le consultase a ChatGPT con datos actualizados sólo hasta septiembre de 2022.
Que la política de ticketing en el Real Madrid tenga más tacto y recupere a los jóvenes en las gradas del Palacio. Hemos pasado de ser el mejor plan de ocio en Madrid un jueves tarde-noche para un veinteañero medio a un producto prácticamente de lujo, dando como resultado entradas muy pobres en grandes noches europeas. A veces menos es más.
Que el dj del Palacio aprenda un poco de cultura musical y no se limite a pinchar el ranking de los 40 Principales y un refrito de obviedades del gusto del pollaviejismo como si estuviésemos en los noventa.
Que Pablo Laso reciba un homenaje en condiciones por parte del Real Madrid. Y el vitoriano deje a un lado ese rencor con el club que demuestra frecuentemente en sus intervenciones en medios. Ambos bandos están condenados a entenderse.
Y que los nietos de Floren vuelvan a ser los mejores consejeros del presidente en temática baloncestística.
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