Comenzaba el Madrid su cuesta de enero de cuatro partidos en una semana con la siempre difícil visita a Vitoria ante un Baskonia necesitado de ganar para mantener vivas sus opciones coperas. El equipo comenzó el partido muy serio, con Abalde ejerciendo un buen trabajo en defensa sobre Howard, a la vez que aprovechaba su ventaja al poste sobre el escolta baskonista, mientras tanto Tavares dominaba la zona rival ante unos interiores locales incapaces de pararle. Y es que ambos jugadores complementaron a la perfección al que sería la estrella del partido, un Dzanan Musa que ya avisaba de que sería su noche con 12 puntos en el primer cuarto y un 3/3 en triples. Tan solo las concesiones en el rebote permitieron al rival mantenerse en el partido a base de segundas oportunidades.
Cambió la dinámica en el segundo cuarto, como es costumbre de la mano de la segunda unidad, Chus dio entrada a Feliz en la dirección y a Ibaka en la pintura y el equipo se cayó como tantos otros días. Difícil entender que el congoleño siga por delante de Garuba en la rotación, a pesar de que el canterano madridista esté aún lejos de su estado de forma ideal. Sobre Feliz ya se acaban las palabras, es inasumible que el segundo base del equipo juegue con ese miedo y esa incapacidad para mover al equipo. Todo esto permitió a Baskonia resurgir en el partido, llegando a ponerse a tiro para darle la vuelta al marcador, de la mano de un inspirado Luwawu-Cabarrot que asumió el liderazgo anotador de su equipo tras la lesión de Markus Howard. Por parte madridista tan solo Hezonja sostenía al cuadro blanco hasta la vuelta al partido de los titulares, que volvieron a extender la ventaja de la mano, otra vez, de Musa, que se fue al descanso con 18 puntos para ayudar al 39-47 con el que se cerró la primera mitad.
A la vuelta de vestuarios el Facu quiso sumarse al festival de su compañero, y empezó a producir desde el bloqueo directo, llegando incluso a poner la máxima diferencia en el marcador (+14 puntos), a partir de ahí Baskonia, viéndose con el agua al cuello, subió la intensidad defensiva forzando varias pérdidas madridistas, acompañadas con canastas fáciles para apretar el encuentro de cara al último cuarto.
La tercera falta de Tavares provocó la entrada en pista de Usman Garuba, que reactivó un poco a su equipo en términos de energía, que no de acierto, y junto con un Rathan-Mayes más atrevido sostuvieron esta segunda rotación de los titulares. El rival seguía encomendado a Cabarrot y a su nuevo fichaje, un Luka Samanic que puso en problemas a los defensores madridistas, algo que pocos 4 han podido decir esta temporada. La salida de Campazzo y Tavares devolvió algo de solidez al juego madridista, mientras que Mateo se hacía de rogar con la vuelta de Musa al parqué, especialmente cuando una concatenación de pérdidas blancas en ataques faltos de fluidez colocaba al rival a cuatro puntos. Finalmente, los brates fueron capaces de cerrar el encuentro, con un triple de Hezonja desde nueve metros aprovechando la atención que generaba Dzanan a la hora de penetrar. En el carrusel de faltas del último minuto, el propio Musa dejó su marca en 29 puntos, su tope de anotación esta temporada
Deja un comentario