Vctoria importantísima y de forma incontestable (64-83) del Real Madrid en feudo lituano, donde la segunda unidad brilló y dio un más que necesario paso hacia adelante. Además, se ganó el basket average, tras superar los 9 puntos de déficit que los de Trinchieri lograron en Madrid. Desde aquella aciega noche de diciembre, el Real Madrid encadena 9 victorias en 10 partidos, siendo la única derrota en la cancha de Valencia Basket.
El partido empezó de forma controlada por parte de los pupilos de Chus Mateo, pero rápidamente y de la mano de un eléctrico Sylvain Francisco, los locales encadenaron triple tras triple para auparse con una cómoda ventaja de más de diez puntos al finalizar el primer cuarto (26-15).
Poca circulación de balón, y peores rotaciones defensivas. Pero hoy, esto lo logró solucionar una segunda unidad comandada como ya es costumbre, por Mario Hezonja. El croata se erigió como líder del quinteto, y junto a Andrés Feliz, Hugo González, Alberto Abalde y Serge Ibaka, lograron menguar la producción rival de 26 a 8 puntos, la mitad desde el tiro libre (solo dos canastas en juego tras la lesión de Francisco).
La ventaja al descanso había llegado gracias a un incremento de la intensidad defensiva, pero a nivel ofensivo aún se debía mejorar. Y para ello se puso manos a la obra Dzanan Musa, anotando 7 puntos consecutivos que consolidaban la renta blanca.
Al último cuarto se llegaba con una ventaja de 9 puntos. Considerable, pero con viejos fantasmas sobrevolando la mente de los jugadores, escasa. Dicho y hecho, con dos triples nada más comenzar el cuarto se cimentaba la victoria. Triples anotados por Andrés Feliz y Serge Ibaka, dos jugadores en entredicho por su rendimiento, pero piezas clave para la victoria de hoy.
El resto del partido fue un Lonnie Walker engordando estadísticas individuales, y grandes minutos de intensidad de Eli Ndiaye. Finalmente, victoria por 18 puntos con grandes sensaciones del equipo, y tocando a las puertas del factor cancha. Esta es la senda a seguir.
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