El Palacio volvía a acoger una noche de Euroliga después de 23 días en la noche mágica frente a CSKA. Horas antes del partido que enfrentaba al Real Madrid frente Baskonia llegaba la noticia del positivo de Edy Tavares en COVID-19, pero una noche más se demostró que el conjunto blanco no es sólo un jugador, sino que es un equipo.
Por su parte, el equipo visitante, llevaba sin competir desde hacía 15 días cuando ganó al F.C. Barcelona en la competición europea pero con el ya recuperado, Alec Peters del que se espera mucho para este segundo tramo de temporada en Vitoria.
El partido lo inauguraba Steven Enoch metiendo miedo en pintura frente a Poirier pero pronto iba a cambiar esa tendencia dominadora. Tres triples seguidos del conjunto blanco, sumados a un imparable Yabusele en el cuatro, hicieron estirar la ventaja al final del primer periodo hasta un +8 con 13 puntos de “Le Bear” (25-17).
Antes del paso por vestuarios un cambio hizo levantar a todo el Palacio para aplaudir. Por un lado se retiraba Yabusele con una magnífica carta de tiro y por el otro, volvía Trey Thompkins que llevaba sin jugar desde el 9 de mayo de 2021. La clase del #33 sigue intacta y así lo demostró terminando el partido con 10 puntos. El partido se marchaba al descanso con un contundente 50-35.
En el tercer cuarto, Anthony Randolph siguió dando pasos agigantados para volver a su mejor nivel. Tanto Poirier (8) como él (12) hicieron que la baja de Tavares no se notara en el rebote. Un tímido intercambio de canastas hizo que el Real Madrid mantuviera la ventaja de cara al último asalto (69-50).
Un Baskonia más agresivo en ambos lados de la cancha hizo que el equipo vitoriano reaccionara cuando ya era demasiado tarde. Está claro que el equipo dirigido por Neven Spahija tiene mucha calidad pero no se puede ser tan irregular. El partido llegaba al final con un rotundo 89-74 a favor del equipo local para colocarle con un récord de 15-3 acercándose al liderato en esta competición.
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