El Real Madrid se media a un Alba de Berlín que quería devolver la ilusión a su público. Volvía el tortuga Deck y, aunque faltaban algunas piezas fundamentales, el equipo respondió y demostró que, aún siendo la plantilla más larga de Europa, todos sus componentes tienen un rol importante dentro del vestuario.
El partido comenzaba con un rodillo llamado Real Madrid con un parcial de 6-0 y con la novedad de Carlos Alocén en el quinteto inicial pero pronto el conjunto alemán daría la vuelta a la situación. Un magnífico nivel de Anthony Randolph cerrando el rebote, entrando a canasta y castigando desde el triple, ponía en el marcador el 15-19 para cerrar el primer asalto.
Antes del descanso la defensa alemana se volvió muy débil y el Real Madrid lo supo aprovechar. Un inspirado Heurtel dirigió una orquesta donde Trey y Yabusele consiguieron canastas fáciles y triples liberados. Los de Israel González no consiguieron reaccionar y el partido se marchaba con una diferencia de +12 para el equipo visitante.
Tras el paso por vestuarios Maodo Lo, el más destacado del Alba de Berlín durante todo el partido, se encargó de recortar la diferencia pero rápidamente Vicent Poirier y compañía hicieron que esa pequeña remontada se quedara en un susto y dejaran sentenciado el partido de cara al último cuarto (56-73).
Un último cuarto que en momentos parecía un correcalles hizo que reinara el desacierto en ambos lados de la pista y en el que Pablo Laso decidió dar más minutos al “novato” Gaby Deck para que siguiera cogiendo rodaje, consiguiendo anotar sus dos primeros puntos en su redebut. El partido se cerraba con un contundente 74-89 y con el Real Madrid líder de la competición europea.
El calendario blanco, muy exigente, hace que el domingo reciba en casa al eterno rival, el martes también reciben a Unics Kazán y vuelan hasta Mónaco para visitar al equipo de Mike James.
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