Cambio de ciclo en el basket sudamericano y es que ayer pudimos dos selecciones cruzándose por la carretera, una, Brasil, en dirección a las medallas y a su mejores años ( ojo en Río) con un equipo plagado de centímetros , fuerza, talento y profundidad y con sus mejores jugadores en el cénit de su carrera. Otro, Argentina, con bajas importantes, sin apenas pívots y con una generación dorada próxima a su final.
Pese a esto, Argentina nos regaló sus, quizá, últimos 20 minutos al más alto nivel, y es que esta generación, además de grandes jugadores siempre han sido unos enormes competidores. Y lo cierto es que las señales en esa 1ª parte fueron muy positivas: se jugó al ritmo de un Prigioni imperial (15 pts y 21 val al descanso), aseguraban el rebote defensivo y minimizaban el impacto de los grandes pívots brasileños, gran acierto exterior con 6 triples, Marcelinho anulado e incluso era una buena señal llegar al descanso ganado 33-36 con una gris actuación de sus referentes Scola y Noccioni sin los que jugó gran parte del 2º cuarto, ambos con 2 faltas.
Enfrente, Brasil no terminaba de estar cómoda, sin dominar los aros, sin conseguir canastas corriendo, sin meter los tiros de fuera…A tal punto llegó que Mangano decicidió jugar sólo con uno de sus grandes y meter a Giovannoni de 4 en una clara señal de que se jugaba a lo que quería Argentina.
Tras el descanso, la lógica empezó a imponerse. El poderío físico brasileño sumado a la profundidad de su equipo y al acierto exterior hizo que el marcador cambiase y Brasil se puso 37-36 al poco de comenzar el 3Q y ya no paró hasta el final. Los 4´15” sin anotar por parte Argentina, con 1/6 en tiros libres, fueron un lastre del que apenas pudieron recuperarse y menos si en el min 6 Prigioni comete la 4ª y se tiene que sentar y Scola y Noccioni siguen con su mal día, superados por completo por los poderosos Splitter y Varejao.
Tras alcanzar los 10 de ventaja, al último cuarto se llega con un 57-49 que nos hacía albergar ciertas esperanzas de ver un final igualado pero la actuación de Marquinhos (ojo a su mundial) y de un Neto estelar ( 21 pts y 24 val) sepultó las opciones argentinas y llevó el marcador final a un abultado 85-65.
Ojo con esta Brasil que ahora mismo se presenta como la más firme amenaza para España en su camino a la final. Creo que en la fase de grupos, tras nuestro inicio arrollador, se dedicaron a esconder muchas cosas y es un equipo con físico y talento para competirnos de tú a tú. Si además de los actores principales ( Huertas, Splitter, Nené, Varejao, Barbosa) le sumas la aportación que están teniendo Marquinhos, Neto o Alex García hace que estemos ante un muy serio aspirante a medalla.
Para terminar, honor a esta Argentina que tan buenos momentos nos ha regalado a los amantes del basket. Grandes jugadores, con un talento para entender el baloncesto brutal y excelsos competidores que han hecho que su país sea una de las referencias baloncestísticas mundiales. No dudo que en Río veremos a alguno, como Scola que ayer lo dejó caer, pero esta generación dio ayer sus últimos 20 minutos de gran baloncesto y demostró que también sabe estar cuando llegan las derrotas. Futuro duro para los argentinos que obliga a los Delia, Mata Campazzo, Safar a dar un paso adelante siempre con la sombra reciente de la mejor generación de la historia que ayer bailó su último tango en Madrid.
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