Andrés Nocioni cuando ficho por el Real Madrid comentaba que ya no está para ser referencia, que debe ser un complemento de lujo en un engranaje donde otros jugadores más jóvenes tuvieran la responsabilidad y él aportará el carácter y la experiencia de un jugador de su recorrido. Hoy ha sido una de esas noches, donde un veterano como él, saca las castañas al fuego de su equipo y se entiende el porqué de su fichaje.
El “Txapú” rescato a su equipo en el último cuarto en el Zalgirio Arena cuando se deslumbraba la segunda derrota consecutiva del Madrid fuera de casa y el liderato del grupo A, a manos de un Zalgiris guerrero, peleón que al final del partido tomo una dosis de esa medicina que perfectamente estaba aplicando al Real durante todo el encuentro de la mano del jugador con más carácter de todo el vestuario blanco.
El Zalgiris sabedor de la oportunidad que daba una victoria de colocarse líder del grupo, empezó muy fuerte con un 10-4 de salida con 2 triples consecutivos de su capitán Jankunas. Tiempo muerto y reacción blanca de equipo grande con un 4-20 de parcial con Maciulis liderando con 9 puntos y la defensa asfixiando a los jóvenes valores lituanos. Un buen primer cuarto que dibujo un escenario que cambio totalmente al sonar la bocina del 2º acto (14-24).
En el segundo acto, el Madrid desapareció. Rivers y Carroll quedaron sepultados por el huracán James Anderson y la defensa lituana. El escolta americano anoto 10 puntos en el segundo cuarto para que Zalgiris devolviera el parcial del anterior cuarto y el partido se fuera a los vestuarios con empate a 38. Anderson – con potencial para dominar Europa – fue bien secundado por Milaknis en este periodo ante un Real perdido que aguantaba por los actos individuales de Llull.
El Madrid bajo el acierto anotador exterior de Sergio Rodríguez salió muy bien del paso de vestuarios dominando en el inicio del 3º cuarto (42-47) hasta que James Anderson con 2 triples seguidos, un 2+1 de Jankunas y una penetración de Ulanovas colocaban a Zalgiris por delante en el marcador por primera vez desde el 1º cuarto. La sangría continúo en el final del cuarto con dos tiros libres de Karaniauskas (57-53).
El inicio del 4º cuarto fue el peor momento del Real Madrid, superado por la dureza lituana y un arbitraje play off que permitió que se diera en las zonas. Prefiero sinceramente este tipo de partidos, pero el Madrid se desquicio con hasta 3 técnicas durante todo el partido que pudieron costarle el partido. Tras unos instantes de fallos y deméritos por parte de ambos equipos, Anderson con 21 puntos y las últimas gotas de calidad de Songaila ponían el 65-56 que podía haber sido la tumba, el liderato y las dudas hacia el Madrid, muy dependiente de Rudy en estos escenarios. Un triple de Llull tendía la cuerda con la que el Madrid debería escalar para salir del problema.
Fue cuando apareció Nocioni con 5 puntos para devolver al Madrid al partido – con colaboración de Llull – para poner por delante al Madrid con un parcial de 0-10. El carácter de Nocioni salvando al Madrid en la hora más oscura y en su juego más anárquico con todos haciendo la guerra por su cuenta y jugadores por debajo de su nivel esperado. La lotería de los tiros libres decidio la victoria blanca al anotar Sergio Rodríguez los 2 que dispuso y Jankunas fallar uno de los dos que tuvo en sus manos. En la última jugada, Anderson fallo la suspensión para llevar el partido al tiempo extra, volando la victoria y liderato a Madrid.
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