Maccabi de Tel Aviv vuelve a vencernos en un partido serio y con trascendencia en un calco a la final de la F4 disputada en Milán. Arranques fulminantes del combinado de Laso en ambos partidos, mandando en juego y resultado y yéndonos al descanso con rentas favorables. Maccabi, equipo aguerrido y con carácter donde los haya, siempre con un as en la manga para ofrecerlo en el momento adecuado.
De los Rice, Hickman, Tyus, Blu pasamos a los Pargo, Haynes, Landesberg, Smith. Mismos sistemas, misma filosofía, mismo carácter, misma agresividad. Y como no, mismo resultado. El Real Madrid fue dueño y señor del encuentro durante 30 minutos, en los 10 que te juegas todo, aparecen sus líderes, se conectan con la afición y reman todos a una. Por contraposición, la defensa blanca es un agujero negro donde no somos capaces de frenar 1vs1 y pick and roll y donde nuestros ataques se cortocircuitan y el lanzamiento exterior no marca la diferencia.
El partido daba comienzo con un festín anotador, 9-13 en los 3 primeros minutos de juego, los ataques pasaban por encima de las defensas, y el aficionado se divertía (Laso también). Pero Guy Goodes, y cuerpo técnico, sabían que esto era pasajero, temporal, que el partido se iba a ganar o perder desde la defensa, dicho y hecho. Sofo (11 puntos) y Felipe (10 puntos) monopolizaban los ataques de ambos equipos.
Maccabi encontró buenos minutos con Sofo en pintura y con Pargo rompiendo tras 1vs1 o con bloqueo directo. Tiradores abiertos para cuando Pargo o Sofo provocaran espacios, acribillar desde el 6´75. Baloncesto fácil, baloncesto atractivo, baloncesto efectivo. Tal cual. Maccabi se ponía 1 arriba (36-35). El rebote ofensivo, nuestro mejor aliado durante el trascurso del encuentro (20 rebotes, más que defensivos) y los puntos en segundas opciones colocaban un parcial de 12-2 para el 46-54 con el que llegábamos al descanso. Aparecían tímidamente Carroll en anotación y el Chacho en dirección. Buenos 20 primeros minutos.
Este tipo de equipos siempre encuentran las vías de anotación acertadas en cada momento. Estaban siendo rebasados, el Real Madrid pasando por encima de ellos. Y ahí estaban, a 8 puntos, con su as en la manga y guardándose su versión top para el momento top.
El combinado maccabeo salía muy enchufado tras el descanso, parcial de 8-0 y partido igualado a 54. Reaccionaba el conjunto blanco con canastas de Rudy, Llull y Ayon y +6 en el luminoso. Puro espejismo. Las avispas de Goodes picaban y cada vez lo hacían con más intención. Jugadores veloces, versátiles, agresivos al aro, tiradores. 68-69 al término del 3º periodo y los fantasmas del pasado resucitaban. Los aficionados veíamos como Maccabi se engrandecía y nosotros todo lo contrario.
Llegó el momento de los líderes, de los jugadores franquicia, de los que tienen la ficha más alta. Aparecieron los suyos, y se escondieron los nuestros (y alguno de los nuestros ya es un experto en las grandes citas). El Real Madrid estaba siendo superado en defensa, y el Chacho, Carroll y Nocioni en pista, mi no entender. 81-75 mandaban los israelís y las precipitaciones e indecisiones se apoderaban de los ataques blancos, esa extravagante manía de querer llegar y besar el santo, nada de una jugada elaborada. Error tras error y el rebote ofensivo seguía dándonos puntos muy valiosos.
Tras triple del Chacho, nos poníamos a 3 (85-82) con poco más de un minuto en juego. Tiros libres para Pargo y Ayon (ambos anotan 1). 40 segundos y atacaba Maccabi, canasta cómoda de Smith y time out de Laso, fallamos el ataque, rebote ofensivo y triple de Llull (88-86). Time out de Maccabi, el Real Madrid realiza falta y Maccabi anota los 2 tiros libres. 90-86 y el Real Madrid pierde el balón.
Nos faltó baloncesto en los minutos claves, nos faltó intensidad y sobre todos nos faltó carácter ganador. Ese intangible que marca la diferencia, esos pequeños detalles que te hacen ganar una Euroliga. Ese aspecto, que yo y todos los madridistas, confiamos que nuestro equipo ofrezca en el momento idóneo.
Ficha técnica
MACCABI ELECTRA 90 (23+23+22+22): Ohayon (0), Pargo (11), Smith (14), Randle (6) y Schortsanitis (17).–cinco inicial–; Haynes (17), Linhart (-), Tyus (4), Cohen (-), Landesberg (16), Alexander (5) y Harari (-).
REAL MADRID 86 (31+23+15+17): Llull (11), Rivers (4), Rudy (5), Reyes (20) y Ayón (13) –cinco inicial–; Campazzo (-), Sergio Rodríguez (5), Carroll (7), Maciulis (4), Bourousis (9), Nocioni (4) y Slaughter (4).
Destacar la actuación de nuestro capitán, Felipe Reyes (20 puntos, 11 rebotes y 35 de valoración), que ya es el máximo reboteador de la historia de la Euroliga.
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