Llega Pablo Laso con su Baskonia a Madrid en la jornada 23 de la Euroliga. Un partido para recuperar buenas sensaciones tras la bofetada de realidad contra Olympiacos.
A pesar de la derrota contra los griegos, líderes de la competición, que acabó con la racha positiva de 2025, el Madrid ha encontrado de alguna forma su juego, como bien demostró en la competición doméstica contra Andorra.
Aún sin Gabriel Deck y tampoco sin el relumbrante nuevo fichaje Dennis Smith Jr, se encomiendan los blancos de nuevo a su dúo estrella, el formado por un Facu Campazzo que demuestra cada jornada por qué está considerado el mejor base de la Euroliga, y Edy Tavares, candidato a su cuarto trofeo como Mejor Defensor de la competición en la encuesta de mitad de temporada. Bien secundados por Musa o Hezonja, cada día más importantes y con un papel más reconocible en la rotación. O jugadores con mucho que demostrar aún como Andrés Feliz y Xavier Rathan-Mayes, a los que se les mirará con lupa ahora que llegan los refuerzos.
Con lupa se mirará también al trío arbitral, tras la polémica desencadenada en la última jornada y vistos los datos: el Madrid es el equipo más castigado con técnicas de la competición.
Enfrente, un Baskonia que se desenvuelve mejor fuera de su feudo. No es el Buesa Arena el de anteriores ocasiones, no mete miedo, así que viaja a Madrid sin complejos y espoleado por su victoria contra Panathinaikos. Howard sigue con el punto de mira desviado después de su ausencia por lesión, así que Laso se apoya en un juego interior en el que sobresale el incalificable Chima Moneke, que se las verá con Garuba y Ndiaye, y Donta Hall. Pedía Chus Mateo en la previa más músculo… Y parece que la gerencia ya ha puesto nombre y apellidos: Bruno Fernando. Llegará para los grandes duelos que quedan por delante.
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