Parece que el Real Madrid ha deshojado la margarita y, a falta de oficialidad, ya tiene su nuevo refuerzo en la pintura. Tal y como adelantó el portal Encestando y confirma Carlos Sánchez Blas, el fichaje de Bruno Fernando está cerrado a falta de confirmación oficial.
Formado en la universidad de Maryland, el pívot dio el salto a la NBA de la mano de los Atlanta Hawks, donde disputó dos temporadas a caballo entre la liga de desarrollo y la propia franquicia, que lo traspasó a Boston al terminar su segunda temporada, desde donde posteriormente recaló en los Rockets, para acabar volviendo a Atlanta año y medio después. Esta última temporada firmó un contrato con Toronto Raptors, pero fue cortado a finales del pasado año, lo cual dio pie al interés de varios grandes de Euroliga, entre ellos el conjunto madridista. Tras haber apurado sus opciones en la agencia libre, el jugador se ha decidido por el Real Madrid frente a otras opciones potentes como Fenerbahce o Panathinaikos.
Jugador con un perfil marcadamente físico, con condiciones para ser diferencial en ese aspecto en Euroliga, viene a reforzar la apuesta del club por un baloncesto que busque avasallar a los rivales en ese plano, ya que se suma a un juego interior ya de por sí potente físicamente, buscando capacidad para defender de forma intensa y salir al contraataque, intentando imponer un ritmo rápido de partido. Si bien tiene cierta capacidad para anotar desde lejos del aro no es esta su principal virtud, lo que podría causar ciertos problemas en cuanto a ocupación de espacios, ya que la pintura madridista quedaría un poco coja a la hora de abrir el campo.
Con contrato firmado hasta 2026 y vista su edad (26 años), parece claro que esta es una apuesta del club de cara al medio plazo, por lo que no se ha mirado tanto el encaje con la plantilla actual como el propio nivel del jugador tanto ahora como de cara a futuro.
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