Uno trata de ilusionarse con los fichajes, con cierto juego consistente, en casa sobre todo, pero no hay manera. Este Real Madrid 2024/2025 no carbura en la Euroliga. Sobre todo fuera de casa.
Si nos vamos a los números, estos hablan por sí solos. Mal porcentaje en tiros libres (57%), perdemos la lucha del rebote (otra vez), mal porcentaje de tres (27%) y el zurrón de pérdidas lleno como tantas veces (15). Así no hay manera de competir en Europa y fuera de casa. Da igual que la estrella del equipo no juegue (Larkin) o que tu último fichaje, Bruno Fernando, parece funcionar a corto plazo.
El Madrid tuvo otro de esos inicios tranquilos, como si no fuera con ellos y pidieran a mamá 5 minutos más de estar en la cama para ir al cole. Se concedieron 8 puntos de ventaja en el inicio que hicieron remar al equipo todo el primer tiempo. Un Poirier muy enchufado y Darius Thompson ejerciendo de director local, llevaba al EFES a una ventaja fácil sin necesidad de grandes logros. Un poco de orden de los turcos bastaba para ir delante en el marcador. Musa caía lesionado (o ya estaba) y Hezonja se marchaba al banco pronto con dos faltas personales. Facu parecía estar descolocado y perdía la bola con pases horizontales que generaban contras turcas y puntos fáciles. Se mascaba la tragedia como en otras ocasiones de inicios aletargados blancos.
La salida de la segunda unidad con Feliz, Tavares y sobre todo, Hugo González, obró un pequeño milagro logrando el empate al descanso con triple final del madrileño sobre la bocina. ¿La botella medio vacía o medio llena? Era la pregunta. Con juego mediocre el partido está abierto u oportunidad perdida para ir más arriba habiendo jugado un poco más ordenado. Todo por decidir en los segundos 20 minutos.
Y la salida tras el descanso fue tímidamente prometedora. Pequeños signos de mejoría: Abalde acertado, Hugo seguía produciendo y cositas de Mario. Todo ello frente a un EFES que mostraba ciertos signos de debilidad, dibujaba una pequeña sonrisa en el aficionado madridista que afrontaba el último cuarto con cinco puntos de ventaja.
No hay manera. Vuelta a los fantasmas pasados. Un último cuarto terrible permitiendo un comienzo de 9-0 de parcial dio la vuelta al kebap y agravó el calvario de los blancos en todo el último cuarto. Sólo una mini racha de dos triples de Hezonja permitió soñar a los blancos con un giro de guion totalmente inesperado (75 -73 a falta de 2:48). Espejismo total. Nuevas pérdidas y triples desesperados y un Elija Bryant que clavaba los últimos clavos en el ataúd blanco, 79 73 como resultado final.
Un Madrid que tiene el jueves otra cita en Constantinopla, con un rival y un ambiente mucho más duro que el de hoy. Mucho tiene que mejorar la cosa para sacar un saldo positivo de la gira turca. Todo apunta a que se salga de los puestos de play-in y con tres cuartos de Liga Regular de Euroliga ya consumidos. Tocará al Madrid, hacer como los malos estudiantes, optimizar el estudio a medida que se acerca el examen. Otra cosa es que los blancos tengan claro qué materia es para la que se están preparando.
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