No me tiro a ninguna piscina si afirmo que Trey Thompkins (Lithonia, Georgia, 25 años) es probablemente el mejor interior estadounidense que ha fichado el Madrid desde Arlauckas, al menos por condiciones y hechuras. Tras promediar 16 puntos y 8 rebotes en tres años en la Universidad de Georgia, fue elegido en una discreta posición 37 del Draft.
No iba quizá para estrella, en la NBA gustan los interiores aún más atléticos, pero tenía condiciones para labrarse sin problemas un futuro estable como jugador de rotación interior en la liga estadounidense. Sin embargo, en 2012, tras una discreta temporada debut con los Clippers, su carrera cambió radicalmente.Sufrió una importante lesión ósea en la rodilla izquierda en un partido de liga de verano y pasó completamente en blanco la temporada 2012-13. En marzo de 2013 fue cortado por los Clippers y se pasó los siguientes 16 meses de rehabilitación y en el paro. Nadie en la NBA le quería. Para muchos hubiese supuesto el preludio de la retirada, pero Thompkins recibió en verano de 2014 una segunda oportunidad a orillas del Volga, en Nizhni Novgorod, club desconocido que se había clasificado por primera vez en su historia para la Euroliga. Como casi todos los jugadores que sufren una lesión tan importante, especialmente pívots, Thompkins practicó el tiro durante su ausencia y se alejó del aro. En algunos casos, en función del talento o su ausencia, ese alejamiento supone una definitiva degeneración del jugador. En otros, como el de Thompkins, fue una reinvención para la élite.
Cuenta con un muy variado repertorio ofensivo, sin apenas igual en Europa para jugadores de su altura, 2.08m. Y es precisamente para eso, para sumar puntos en los puestos interiores (que no necesariamente en la pintura), para lo que entendemos que le ficha el Madrid. Puede jugar de espaldas al poste, prefiriendo, más que con semigancho, definir con tiro (3-4m) a la media vuelta dejándose caer. Un movimiento que tiene mecanizado y con el que firma porcentajes relativamente altos.El principal fruto del mencionado alejamiento del aro es la incorporación de un cada vez más frecuente lanzamiento de tres, efectivo si recibe abierto y a pies parados. No es Nemanja, pero tiene buenas manos. Puede poner el balón en el suelo, para ir fuerte al aro marcando los pasos con un bote, es así como saca la mayoría de sus faltas y billete a la línea de tiros libres.
Puestos a sacar punta, el principal lunar de Thompkins sería la defensa. Sin ser Tomic, digamos que este segmento no está al nivel de sus aptitudes ofensivas. Tiene lagunas de concentración, que en su año en Nizhni achaco a la gran cantidad de minutos que jugaba de media, alrededor de 30. Le cuesta salir a puntear a la línea de tres y su desplazamiento lateral dista del de Ayón o Slaughter (se destrozó la rodilla, oiga), si bien mejora ciertamente al Bourousis del curso pasado.No será un problema si se empareja con pívots natos, podría serlo en cierta medida ante cuatros abiertos. En todo caso, la lógica dice que jugará sobre todo como cinco, siendo con 2.08m el jugador más alto de la rotación, dado que Hernangomez (2.10m) se caerá en principio de las convocatorias Euroliga.
Tuve la suerte de seguirle mucho el curso pasado en Nizhni Novgorod, seguro que todos conocéis ya sus destacados números. Me quedo con dónde y ante quién firmó sus mejores partidos, no precisamente en casa contra el Valladolid, sino a domicilio en el TOP-16 de la Euroliga, una muestra de carácter competitivo. Recuerdo esos 22pts/7rebs en pista del CSKA, incluido un triple postrero para forzar la prórroga, además de un 27/13 en Málaga o un 22/11 en pista de Fenerbahce. Fue, en definitiva, pieza clave para convertir al modesto Nizhni (7 millones de euros de presupuesto) en el equipo revelación de la Euroliga la pasada temporada. Sea bienvenido.
Victor Colmenarejo @karusito83
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