HEBILLAR: “dícese de aquel control y chequeo constante necesario a realizar sobre el antimadridismo moralizante y recalcitrante que en cualesquiera de sus diversas formas se manifieste. Dicha enfermedad puede contagiar a instituciones deportivas, medios de comunicación o particulares”.
Este fin de semana se celebra en Vitoria una nueva edición de la Supercopa ACB, un torneo que, siendo oficial, no pasa de ser el pistoletazo a una temporada plagada de emociones y de grandes partidos. No olvidemos que para los cuatro participantes será el último título en importancia de los que seguramente afronten a lo largo de la campaña.
Todos los años, TODOS, los 4 equipos que se enfrentan suelen llegar en condiciones de preparación muy corta y principalmente las plantillas que incluyen internacionales que ese verano tengan competición, circunstancia que pasa casi todas las temporadas.
Todo este planteamiento que casi deja el torneo en una fase más de la pretemporada, en una “puesta de largo”, ojo al topicazo, y en un “vamos a ver las caras nuevas”.
Esta idea, básica para cualquier persona que diferencie un balón de baloncesto de un yogurt natural desnatado, parece que últimamente se está aparcando por algún sector de la prensa y de las aficiones, vayamos con un ejemplo.
El año pasado un Real Madrid absolutamente extenuado por las competiciones veraniegas y que venía de afrontar una copa Intercontinental, o encerrona por parte de un tal Reynaldo Mercedes que “perpetró” un arbitraje denunciado hasta por la propia FIBA, se enfrentaba a un Unicaja de Málaga con el que ya lo había hecho en pretemporada y con las siguientes plantillas:
UNICAJA: Soluade, Smith, Suárez, Vázquez, Karahokzic, Jackson, Díaz, Díez, Gabriel, Uta, Okouo y Thomas.
REAL MADRID: Doncic, Radoncic, Carroll, Thompkins, Dos Anjos, Marina, Samba, De la Rúa, Homs y McCarthy.
Básicamente Unicaja tenía 8 jugadores de su plantilla que disputarían la temporada mientras que el Real Madrid lo hacía con 3 (incluido el recién incorporado a la primera plantilla, con 16 años, Luka Doncic).
Ese era el “poderío” con el que el Real Madrid “navegaba” en septiembre de 2015.
Y ahí llega la Supercopa en Málaga y unas semifinales Unicaja – Real Madrid, duelo que muchos veían como venganza de no se sabe bien qué, pero que así lo planteaban. El partido fue un desastre cantado para el real Madrid, equipo fundido, sin acoplamiento y en cancha “rival”. Una apoteosis verde que la web ACB titulaba: “Un Carpena de magia, un Unicaja de cine (94-79)”.
Ya todo cambiaba en Málaga, llegaba a una final que luego perdía pero daba igual, ¡Unicaja estaba de vuelta!.
Daba comienzo la temporada, Málaga titubeaba en Liga ACB pero amigos, en Euroliga era otra cosa, un balance de 7 victorias y 3 derrotas en fase regular y ganando en Moscú. Aquello parecía imparable.
En paralelo otro equipo llamaba tremendamente la atención en España e incluso para medios europeos, el Valencia Basket. Los “naranjas” se iban a un record de 28-0 entre ACB y Eurocup que cortaba Limoges el 19 de enero. Se quedaban a 3 victorias del record del Real Madrid en la temporada 2013-2014 (aunque a poca gente le importase que los partidos europeos del Real Madrid fuesen en Euroliga).
En este punto las alarmas del cuñadismo en las redes sociales se disparaban y todo periodista que se preciase tenía que hacerles la pelota pertinente, se le quita el polvo al término «EL TEMPORADÓN» y OJO, nacía «LOS WARRIORS DEL TURIA».
En mi ingenuidad pensaba que las “notas” a los equipos se ponían a final de temporada, que un gran Real Madrid había perdido una Final Four después de un año de récords» y muchos de los aficionados, bastantes de los equipos “temporadones” por cierto, te recordaban que de poco servían las victorias y los records si las finales se perdían. Recuerdo aquella foto de un aficionado malagueño mostrando un cartel en semifinales ACB 2013-2014 donde apelaba al espíritu de Maccabi y que, con un enorme gusto y delicadeza –esas cosas no las olvido-, la web ACB encabezaba la información del enfrentamiento.
¿Cómo acabó toda la historia? ¿Qué quedó de aquellos “temporadones”?, pues bien, Unicaja de Málaga se marcaba un record de 4 victorias y 10 derrotas en un TOP 16 bochornoso, caía 2-0 en cuartos de final ACB y, atención, no se clasificaba para la Copa del Rey (eso significa no estar entre los 8 primeros ACB en el momento del “corte”), a todos estos «logros» se añadía que por primera vez en muchos años dejaba de tener Licencia A Euroliga y tendría que jugar Eurocup.
A Valencia basket parecía que “el temporadón” le duraba más tiempo; se clasificaba para la Copa del Rey como líder de la liga regular pero caía en la primera eliminatoria contra Herbalife Gran Canaria, uno de los primeros “petardazos” de la Copa. En ACB ganaba al propio Unicaja en cuartos pero caía con el Real Madrid en semifinales ¿Y en Europa?, la “mascletá” definitiva, quedándose en el LAST 32 de Eurocup donde avanzaron rondas equipos con plantillas bastante inferiores en nombres y SALARIOS. Resumiendo, fracaso europeo y a nivel nacional nada reseñable cuando los títulos se jugaban.
¿Y no serán todas estas conclusiones muy parciales y ajenas a lo que los aficionados malagueños y valencianos realmente pensaban? Un “paseo” por foros y redes sociales te hace descubrir críticas de todo tipo: “Joan Plaza hundió a Kuzminskas”, “Hendrix ha venido a Málaga a reírse de nosotros”, “Pedro Martínez es incompetente para gestionar los cambios en pleno partido y así reactivar al equipo”, “Joan Plaza ha sido incapaz de transmitir el carácter del que presume a la plantilla”, “¿Veis a Pedro Martínez capaz de sacar partidos de playoff con el plantillón que maneja?”. Todas estas opiniones de SUS PROPIOS AFICIONADOS.
Y a todo esto, volvamos al primer título de la temporada ¿Qué fue de aquel equipo “humillado” en toda una semifinal de la Supercopa? Aquel Real Madrid que “pedía la hora”, pues CAMPEÓN DE LA COPA DEL REY y de ACB. Por cierto, una Copa del Rey donde casi nadie daba un duro por ellos, donde el primer enfrentamiento era contra un Fuenlabrada que muchos se les hacía la boca agua con la posibilidad de que diesen la sorpresa. Se ganó DESDE LA HUMILDAD DE TODOS NOSOTROS (guiño, guiño), no le encuentro otra explicación, que fuese el vigente campeón por dos veces consecutivas del torneo no debía importar nada.
¿Y el campeón de la Supercopa? ¿Al final de temporada qué logró? Pues la Supercopa.
@Jc_castrillon
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