El Real Madrid sucumbió a un enorme Valencia Basket que inutilizó al actual campeón con un despliegue total a partir del segundo cuarto. Dubljevic y San Emeterio, piedras demasiado grandes y fuertes para un desconocido conjunto madridista.
Tercer partido de la serie y solo había una cosa clara: en el siguiente duelo uno tendría opción de hacerse con el título liguero. La estocada la dio Valencia, muy superior a un Real Madrid irreconocible que está muy lejos del nivel que se espera de un equipo de su talla. Ante Valencia en la Fonteta se esperaba al menos lucha y en este primer asalto, ni siquiera ofreció eso. El viernes tendrá oportunidad de empatar la serie aunque el gran hándicap será que Valencia puede tocar el cielo. Juagando como hasta ahora, lo hará.
En lo referente a este encuentro, fue un partido que empezó lento de por sí y en el que el Real Madrid fue el que mejor entró. Con una defensa robusta y sin grandes alardes en ataque, los blancos lideraron prácticamente todo el cuarto gracias al contraataque, el triple y a un buen Ayón en aro contrario (7-16). Por su parte, Valencia encontró en sus interiores sus mejores aliados y solo con un arreón final de Thomas, pudo arreglar un cuarto nefasto que podía haberle costado caro (11-16).
El segundo cuarto parecía ir en sintonía con su antecesor. Un Madrid bien plantado y un Valencia con un gran agujero en ataque, el triple. Sin embargo, este mismo hándicap se convirtió en tres jugadas seguidas en la mejor arma taronja que, con un parcial de 13-2 dio al encuentro un giro de 180 grados. Para alivio merengue, Doncic asumió galones y con sus 11 puntos en el cuarto mantuvo a su equipo a flote al descanso (36-35).
Pero la gasolina de Doncic duró hasta ahí y nadie cogió el relevo por parte madridista. El equipo de Laso se vino abajo y Valencia no desaprovechó la oportunidad de poner tierra de por medio. Dubljevic, Thomas y San Emeterio dieron un recital ofensivo y dejaron atrás la baja anotación. En el Madrid solamente Ayón mostraba algún atisbo de esperanza y gracias a sus canasta la desventaja no fue mayor (60-51).
El cuarto confirma el descalabro
Las canastas de Ayón en el tercer cuarto solo fueron comida del momento, pero hambre para el mañana. En el último periodo Valencia sacó el rodillo, la trituradora, y los cuchillos y fulminó a un irreconocible Real Madrid que solo anotó una canasta de campo durante gran parte del cuarto. Thomas (16), San Emeterio (15) y Dubljevic (14) fueron demasiado para un conjunto, el de Laso, que bajó los brazos demasiado pronto.
Viernes cuarto asalto. El Valencia está a un punto de la gloria y de dejar al proyecto de Pablo Laso en la casa blanca muy tocado. Al Madrid solo le vale ganar si quiere seguir optando a revalidar una liga que ahora parece tener un aire a naranja.
Parciales: 11-16, 25-19, 23-16 y 22-13.
Imagen/ACB Photo
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