El Barça pasó por encima del Madrid completamente de principio a fin. Heurtel, Oriola y Rivas fueron una pesadilla para los blancos, quienes se mostraron totalmente inertes ante el vendaval blaugrana.
Un clásico siempre es un clásico. Eso piensan los aficionados y se da por supuesto que también los jugadores. Aunque, debido a la renta existente entre ambos conjuntos en la clasificación ACB, este era un poco más descafeinado. Si a eso añadimos la presencia en solamente dos días de un partido clave en Milán para las aspiraciones del Real Madrid en la Euroliga, ya tenemos la fórmula perfecta del desastre blanco en Barcelona.
Salió especialmente frío el Madrid al parqué. Impreciso en ataque, falto de ideas, y blando en defensa. Con esa fórmula, el resultado no podía ser favorable y, efectivamente, no lo fue. 16-6 en el marcador con 04:40 para finalizar el cuarto. Lo paró Laso y, visto el desenlace de los primeros diez minutos, lo hizo a tiempo. Koponen anotó un triple nada más salir del pequeño parón (19-6) y ponía la máxima diferencia a favor blaugrana del cuarto pero, a partir de ese momento, el Madrid despertó: 0-8 de parcial, los de Pesic más de cuatro minutos sin anotar y el partido en un puño (19-14). Sin embargo, en el último ataque del cuarto Navarro rompió la mala racha y dio aire a los suyos tras unos buenos primeros diez minutos (21-14).
La vuelta a la pista fue blanca hasta el minuto 15. Los blancos parecían haber cogido ritmo de partido y, gracias a un mayor nivel defensivo junto con el acierto de Reyes y Causeur en ataque, el duelo se apretó más que nunca (23-22). A partir de entonces, todo una penuria. Rivas se hizo dueño del aro, el Barça frió, literalmente, al Madrid a triples (5/9 al descanso, 4 de ellos en el segundo cuarto), y Campazzo no dio pie con bola (-21 el Madrid con él en juego). Como resultado de todo este batiburrillo, un final de cuarto con un parcial de 15-2 a favor blaugrana y la máxima renta del encuentro campeando en el marcador en el camino a vestuarios (45-29).
El tercer cuarto consumó el desastre
Si Laso escribe en un papel antes del inicio del tercer cuarto cómo no quería que saliesen las cosas, a buen seguro habría sido más positivo que lo que sucedió el realidad. El Madrid anotó únicamente una canasta en juego y fue a 18 segundos del final del cuarto, obra de Randle. Lo demás, desde el tiro libre. 1 de 17 en triples global y el Barça 4 de 6 solo en el tercer cuarto. Con esas dos estadísticas ni siquiera hay lugar para la imaginación. 72-46 al final del tercer cuarto del rodillo blaugrana y el Madrid pidiendo a gritos el final del partido, intentando que la humillación fuese la menos posible.
El último cuarto confirmó el desastre vivido durante los 30 minutos anteriores. El Barça buscó hacer sangre y durante muchos minutos no bajó el ritmo. El Madrid, totalmente inoperante, solo fue quien de bajar la desventaja de los 30 puntos al final del partido, cuando Pesic dio paso a los menos habituales. Al final 94-72, un marcador que habla por sí solo.
Parciales: 21-14, 24-15, 27-17 y 22-26.
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