Otro de los fichajes del Real Madrid de Baloncesto para la temporada 2018-2019, Klemen Prepelic, es materia de una nueva versión de «Reversos Blancos».
¿No es verdad, oh tirador,
que en esta especial plantilla,
mucho más los focos brillan
y hasta se lanza mejor?
Esa armonía en el juego:
suplentes y titulares
barriendo en pista a sus pares
sin mediar lucha de egos.
Y la grada, como el fuego,
alimentando el fragor
que procura al jugador
su ansiada dosis de brío.
¿No es verdad, escolta mío,
que estás respirando amor?
Ese aura de esloveno
(de técnica, buena mano,
y rango de tiro lejano)
un mal pase lo hace bueno.
Y ese talante sereno
hace de ti ejecutor,
que arma brazo sin temor,
de triples que llueven rocío.
¿No es verdad, Prepelic mío,
que gozarás de tu rol?
Serás el Curry europeo.
Engrandecerás tu fama
y a los rivales su drama
con los sistemas que ideo.
Lo imagino y ya babeo.
Menudo tiro exterior,
desde babor y estribor,
si con el mormón te alío.
¿No es verdad, MVP mío,
que ya sueñas como yo?
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