El Madrid abusó del GBC y se dio una fiesta en el Palacio al ganar y maravillar para seguir en lo más alto de la ACB. Salió todo redondo: se pudieron hacer rotaciones, grandes minutos de Garuba y el acierto exterior de Prepelic. Sin paliativos.
Teniendo en cuenta la doble jornada europea que se avecina, Laso dio descanso a tres pilares importantes del equipo como Llull, Rudy y Randolph, lo que dio opción a que entrarán en liza jugadores como Garuba o Pantzar.
El partido comenzó con un eléctrico Facu Campazzo y un Bobrov que hacía daño en la pintura, pero fue un mero espejismo, ya que desde el 11-11 de los primeros compases, el Madrid pisó el acelerador y acabó con el partido.
De la mano del mencionado Campazzo, Carroll y Yusta, el Madrid encadenó un parcial de 11-0 que empezaba a abrir la primera brecha en el marcador. El marcador al final del primer acto fue de 28-18. Sin hacer nada del otro mundo, el cuadro de Laso lograba anotar 28 puntos, un ritmo anotador muy dificil de combatir.
Con Causeur y Taylor en pista, el Madrid aumentó el ritmo defensivo en el segundo cuarto, que empezó con un parcial de 9-0 que obligó a pedir tiempo muerto al técnico visitante. Tres triples seguidos de Prepelic, que le hacía falta, terminaron de dinamitar el choque. Al descanso, 56-31 con minutos para un descarado Pantzar, que no tuvo miedo a penetrar y lanzar a canasta.
El tercer cuarto fue para Felipe Reyes que anotó 10 de los 23 puntos de su equipo. El capitán fue un martillo pilón y se fue a los 13 puntos antes del merecido. La diferencia en el marcador permitía que jugadores como Ayón ni siquiera llegarán a jugar.
Garuba, que entró a mitad de tercer cuarto, dispuso de muchos minutos que supo aprovechar, aguantó hasta el final del partido.
El último cuarto fue una fiesta, con hasta tres canteranos en pista: Garuba, Pantzar y Yusta. La diferencia final se fue hasta los 33 puntos.
Deja un comentario