Duelo de gigantes en Europa. El factor cancha en juego. El Real Madrid necesitaba ganar para terminar de recuperar la confianza después de perder la Copa y el partido de Euroliga ante el Barça. Que mejor manera de reivindicarte en Europa y en el mundo que en casa y contra el Fenerbahce de Obradovic,
El partido empezaba como se esperaba, intensidad defensiva en las primeras jugadas y ataques muy trabajados. Sin embargo, los turcos rápidamente se pusieron manos a la obra y establecieron una primera diferencia en el marcador de 10 puntos de mano de Vesely y el gran acierto exterior. Pero enseguida respondió el Madrid y el Wizink Center, Randolph se echó el equipo a las espaldas con 11 puntos con la ayuda de Llull y Tavares. 27-25 ganaron los blancos el primer parcial, pura anotación, pura calidad en pista. Ya rugía el Wizink, el partido y el rival lo merecía.
Sin duda se notaba en el ambiente que el partido no era uno más, la rivalidad y las ganas de reivindicación del Madrid se palpaban en el ambiente. Así lo sentían los jugadores, y así empezó el segundo cuarto, con los locales totalmente enchufados en el partido. El Madrid consiguió dominar el rebote propio y el ofensivo, y eso contra Fenerbahce es mucho decir. Taylor cogió hasta tres rebotes ofensivos en el segundo cuarto, Campazzo puso energía y Reyes contundencia. Los de Laso pusieron el 45-35, pero la defensa turca volvió a aparecer y se acercaron a 5 puntos a falta de 5 segundos. La última posesión se la jugó Deck, y como pasó contra el Bayern volvió a anotar, y eso que estaba Llull en cancha. El Real Madrid dominaba 52-45.
Los turcos empezaron con un triple de Melli nada más empezar para avisar al Madrid. El ambiente empezó a caldearse por una técnica pitada a Tavares tras un rifirrafe en el rebote con Kalinic que encendió al Wizink. Aún así, parecía que nada paraba al Madrid, hoy sí parecía el día, todos los jugadores estaban enchufados, vimos a uno de los mejores Caseur de la temporada, entrando bien a canasta y metiendo triples importantes. Pero faltaba alguien por unirse a la fiesta, un tal Llull, el mejor jugador de Europa, que se volvió a reivindicar, y no ante cualquiera. Con dos triples seguidos explotó el Wizink, en uno de los días con mejor ambiente de la temporada. Llull ponía el 71-56 y establecía una diferencia importante en el marcador.
La sensación que estaba dando el Madrid era la de un campeón herido que quería dar el do de pecho, y hacerlo ante el subcampeón. Los de Laso dominaron siempre el partido, en todos los aspectos, y el ambiente fue una auténtica caldera. Todo lo que no salió en los partidos contra el Barça salió hoy. Los triples entraban, la defensa era intensa, hasta los alley-oops entraban. Prácticamente sobró el último cuarto. Hoy era el día. El Madrid y Llull han vuelto. Y tienen sed de venganza.
Ficha técnica
Real Madrid: Randolph (17), Deck (7), Llull (15), Tavares (11), Caseur (2), Carroll (3), Reyes (5), Campazzo (3), Ayón (5), Taylor (2)
Fenerbachce: Vesely (4), Sloukas (2), Sloukas (15), Muhammed (6), Green (2), Melli (11), Mahmutoglu (2), Guduric (6)
Parciales: 27-25, 25-20, 25-16,
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