El Otro (Santa Cruz de Tenerife, 1986) es sin lugar a dudas el jugador que aporta picante a las semifinales entre CSKA y Real Madrid. Y es lógico: otrora representante del baloncesto disfrutón que se jugaba en la villa, hoy las filas de uno de los enemigos directos en Europa. Y la casualidad: uno de los nombres apuntados para volver a formar parte de la plantilla blanca en 2020.
El “Otro” era el “nuestro” y puede que termine siendo “éste”. Se fue a la NBA para intentarlo una última vez y resulta que el intento era el mismo que encontraba en Moscú. Promesas de “no eres tú, soy yo” que terminaron en un “mira, que es que en verdad no”.
Y si lo pensamos en el rechazo hay que comprender la no aceptación. Contexto llama:
– Quiero volver de Philadelphia. El tiempo es raro y la gente sólo habla de “process”.
– Verás, se llama Luka Doncic
– Quiero renunciar y volver
– Y luego está Facundo Campazzo…
– Hola, yo echo de menos a Teodosic, ¿cómo te llamas?
Quién sabe cómo fue, sólo dónde se fue.
Y claro, en Madrid la rivalidad se marca en objetivos y Maccabis. Para los objetivos están Fenerbahçe, CSKA Moscú y F.C.Barcelona. Y en Maccabis está Tel Aviv.
El Otro escogió probablemente lo mejor que tenía a disposición. Un equipo que no quería tocar en exceso algo que funcionaba bien pero del cuál se iba su pilar fundamental. La cuestión es que sin Teodosic podían mantener un ecosistema prediseñado en ataque: De Colo y Higgins anotaban, Teo asistía. Hines se fajaba dentro. Que uno coja los rebotes. Incluso había toda una forma de defender alrededor de alguien al que no se le pedía ningún esfuerzo en ello como era el base serbio. Pero se fue Aaron Jackson y quizá Hackett no tapa todo lo que tapaba el americano. Y el Otro se resiente más en ese aspecto.
Creo que podemos decirlo sin ofender demasiado: su temporada no ha sido gran cosa. No extraña pues que con Teodosic tomando mojitos desde Febrero y Jackson disfrutando de unos ricos rollitos de primavera, el CSKA haga ojitos al Real Madrid de cara a un intercambio. Recuperar al Otro tiene algo de morbo: disfrutaste en su momento, te conoce bien, sabe lo que te gusta y además cómo te gusta.
Todo parecen ventajas hasta que piensas que realmente ya fuisteis felices una vez y terminó como terminó: entonces te rayas, se enturbia todo y oh, hola, jovencito atractivo Mario Nakic.
La cosa es que éste año ha anotado 4 puntos por partido menos que hace un año, ha repartido 20 asistencias menos, de un 43% en el tiro de 3 ha pasado a un 36% y en el tiro de 2 ha bajado de un 57% al 45%. En los playoffs contra Baskonia ha promediado hasta 6 triples por partido. Vestido de rojo tira muchísimo más que vestido de blanco. Y su físico ya no es el mismo que era.
Que se recupere de sus molestias de cara al partido del Viernes más que una posibilidad parece una obviedad: este encuentro el Otro lo jugaría hasta condenado sin papas con mojo de por vida. Y muchos se engañarían a sí mismos si piensan que el Real Madrid le desea fuera del partido. Incluso aun queriendo que del Otro vuelva a ser el Nuestro otra vez, la undécima deberá pasar por su nombre.
*Artículo realizado sin los valores demostrados por Marc Gasol después de la victoria. No disculpo la molestia.
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