Un MVP Facu Campazzo condujo al Madrid a ganar la liga en el Palau tras doblegar al Barcelona en el cuarto partido de la serie final. El argentino firmó una exhibición física y baloncestistica descomunal. Esta vez el rebote, de la mano de un Tavares demoledor, fue del equipo de Laso y no dio nunca opciones reales al Barcelona de llegar al quinto partido.
Arrancó el Madrid desatado desde la línea de 6,75 con 5 triples que llegaron a poner el marcador en 8-19. El acierto de Rudy con tres de ellos y la gran defensa de Campazzo sobre Heurtel y su dirección fueron la clave en estos primeros compases. También y esto era noticia en la serie, el Madrid dominaba el rebote (1-6).
Evidentemente, era demasiado bueno para ser verdad y la mafía no podía consentir un paseo del Madrid en casa del eterno rival. Tras el tiempo muerto de Pesic, de la mano de Pangos y una defensa más agresiva de lo normal igualaron el partido. Por parte del Madrid, dejaron de entrar los triples y una mala dirección de Llull (con todo el cariño, pero no entró bien al partido) hicieron que el Barcelona igualará el partido. La ya estipulada en el reglamento segunda falta de Rudy en el primer cuarto dejó al Madrid sin su mejor hombre del partido.
El Madrid logró serenarse tras el momento dominador del Barcelona. Aunque seguía sin haber acierto, el rebote ofensivo (hoy si) daba opciones al Madrid con un Tavares colosal en esa faceta. Las defensas lograban imponerse a los ataques y al descanso el Madrid mandaba por 4 (33-37).
El segundo tiempo empezó con el mismo dominio de Tavares en el rebote y en la intimidación e intentaba,sin hacer ruido, abrir hueco en el marcador. Kuric y Singleton agarraban al Barça en el partido. El criterio arbitral volvía a ayudar…ya saben..la mafía nunca dejó que el Madrid se fuera en el marcador. Como de costumbre en esta final, se agotaba el cuarto con el equipo catalán en dos faltas, mientras el Madrid, evidentemente en bonus. Sólo con las faltas no señalizadas a Facu ya hubieran dado tiros libres al Madrid.
Laso pedía tiempo para parar la reacción del Barcelona (8-0 de parcial) y era avisada de técnica (a Pesic…bueno, dejemoslo ahí). 5 puntos seguidos de Causeur obligaron a Pesic a pedir tiempo, pero no surtió el efecto deseado y el Madrid se iba 8 arriba para empezar el último cuarto (47-55).
Se esperaba una reacción del Barça y llegó, pero Campazzo no estaba por la labor. La cuarta falta de un irreconocible Llull hizo que el argentino tan sólo tuviera unos escasos segundos de descanso. Tavares, imponente bajo los aros, también aguantaba en pista.
El rebote le permitía al Madrid mantener una renta meridianamente cómoda, ya que no daba segundas opciones a los de Pesic como si había ocurrido en los duelos anteriores. Tavares seguía abusando, pero cometía errores claros en ataque fruto del cansancio acumulado.
A pesar de estar casi sin aliento, Campazzo seguía siendo un torbellino y aportaba en todas las facetas del juego. Un mate de Tavares ponía la máxima del partido para los de Laso (+12) cuando tan sólo faltaban dos minutos para el final.
La falta de acierto del Madrid en los tiros libres le impedía cerrar de manera definitiva el partido y la final. Logicamente, el Barça se agarraba al partido con todo lo que le quedaba, pero Tavares dilapidaba todas sus opciones capturando todos los rebotes y dando siempre segundas opciones a sus compañeros, que si no se traducían en puntos, si al menos servían para descontar tiempo en el electrónico.
Tavares ponía la guinda con una canasta sobre la bocina tras asistencia de Campazzo, incomensurable en este partido
Campazza finiquitaba con los tiros libres y el Madrid lograba ganar la Liga en territorio comanche
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