Fuenlabrada no fue rival para un Madrid que arranca el curso como un rodillo · Espectaculares los blancos desde el perímetro · Jordan Mickey dejó muy buenas sensaciones · Clásico en la final
Que hay mucha distancia entre Real Madrid y Fuenlabrada es un hecho, pero que quedase patente de una manera tan clara no era tan esperado. Los blancos no cedieron ni un solo metro de más ni dejaron de encestar una canasta. Porque en la pista es donde mejor se habla. Se nota al equipo con ganas y a un buen ritmo, quizá algo herido en el orgullo por todas esas voces que dan al eterno rival como favorito para todo.
De momento, a diferencia de lo visto en la primera semifinal, el Real Madrid – Fuenlabrada comenzó con ritmo, buen baloncesto y canastas varias, sobre todo por parte blanca. Los de Laso, liderados por un eléctrico Facundo Campazzo, un anotador Jaycee Carroll y un acierto demoledor en el triple, se fueron ya hasta los 14 puntos de ventaja a los siete minutos de encuentro (23-9). Cuspidera puso pausa e intentó reconducir la situación pero el Madrid no dio opción: otro triple, esta vez de Llull tras un gran pase de Campazzo, situaba un contundente 28-11 a la conclusión de primer acto.
Campazzo —> Llullpic.twitter.com/vzQgp2cFbg
— KIA en Zona 🏀 (@kiaenzona) September 21, 2019
El sangría blanca siguió su curso sin dar ni un pequeño respiro a Fuenlabrada y, como ocurriera en el primer cuarto, los triples tenían buena culpa de ello. Y es que, pasados 14 minutos de partido, el marcador lucía un 42-13 que hablaba por sí solo. Poco pescado más que cortar había. Al descanso, 52-21, 9 triples blancos en la buchaca y un sonrojante 80-9 de valoración.
Triples, triples, triples….. y tapones
No es que hubiese mucho por decidir, pero quienes se gastaron su dinero en el abono habían pagado por dos semifinales, no una y un cuarto. El Madrid, mucho más relajado eso sí, mantuvo su show anotador apoyado en el triple para delirio de los más de 10.000 asistentes, madridistas en su mayoría. Entre tanto triple de Carroll, Campazzo y Taylor, quedó constancia de la aplastante superioridad de Tavares en la zona. El caboverdiano se fue en el tercer cuarto hasta lo siete tapones. Más, por cierto, que puntos anotados, seis. Con todo esto, al final del tercer cuarto 83-43. El Madrid y su afición ya estaban pensando en la final.
Canastón de Llull sin mirar.
Un escándalo. +50 el @RMBaloncesto. #SupercopaEndesa pic.twitter.com/iHMJEnPpeM— #Vamos de Movistar+ (@vamos) September 21, 2019
La ventaja final se fue hasta los 55. Habrá el tan morboso y deseado Clásico en la final. Este domingo a las 19:00 horas, el gran desenlace.
Parciales: 28-11, 24-10, 31-22 y 33-18.
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