El pasado domingo en Bilbao, a pesar de la derrota hubo buenas noticias, la reaparición del número 33 del equipo blanco, debutaba esta temporada en partido oficial.
Howard Samuel «Trey» Thompkins, llegaba a la capital española en agosto, la que sería su cuarta temporada en el Real Madrid, un jugador totalmente acoplado al engranaje del equipo dirigido por Pablo Laso. Los primeros partidos de pretemporada fluían con el ala-pivot de Georgia participando en los torneos estivales.
Llegaba septiembre y con él, el final del Mundial de China, que tan gratos recuerdos nos trae a todos. La Supercopa aparecía a la vuelta de la esquina, en este momento saltaban las primeras alarmas, Trey Thompkins fuera de la convocatoria para el primer título de la temporada, pero estas alarmas no sonaban tan fuerte, ya que la llegada de Jordan Mickey, cerraba la puerta a algún extracomunitaria y en este caso el elegido fue Thompkins . La Supercopa finalizó con el Madrid levantando el título hacia el cielo del WiZink Center.
La temporada comenzaba a coger velocidad crucero llegaba el turno de la máxima competición continental y de que mejor manera que la repiticion de la final de Belgrado, el Real Madrid recibía al todopoderoso Fenerbache, en este momento, las alarmas comenzaron a sonar con más fuerza. Trey Thompkins no aparecía inscrito en la plantilla de Pablo Laso para la Euroliga. El técnico vitoriano en la previa del encuentro, realizaba las siguientes declaraciones :
«Pensamos que Trey no está en su mejor momento de forma y queremos evitar cualquier riesgo con vistas al futuro»
La vuelta de Salah Mejri provocó aún más dudas en torno a Trey, especulaciones sobre un posible corte del ala-pivot norteamericano. Con la llegada de Mejri, Jordan Mickey pasaría a ocupar la posición de cuatro acompañando a Anthony Randolph, Gabriel Deck y el incombustible capitán Felipe Reyes.
Las semanas pasaban y no había noticias de una posible vuelta de Thompkins a las canchas. Hasta el pasado jueves, el Real Madrid recibía al Barcelona y por primera vez en la temporada aparecía el nombre de Trey en los inscritos para la Euroliga. El debut no llegaría en el Clásico, hubo que esperar hasta el domingo, el Madrid visitaba Bilbao y en Miribilla se produjo el «milagro» Trey Thompkins debutaba en partido oficial. Es cierto, que no estuvo acertado, pero vimos al jugador más fino que nunca.
Este martes, el Khimki visitaba el WiZink Center y si el domingo el jugador debutaba en Liga Endesa , esta vez lo haría en Euroliga ante su afición, consiguiendo 9 puntos, pero lo más importante fue disipar las dudas de una posible salida de la entidad blanca.
Está claro que Trey nunca empieza las temporadas a velocidad cruzero, es más un jugador diésel que evoluciona con la temporada, cuando hay que jugarse las habichuelas, siempre aparece. Inolvidable su rebote y canasta en Belgrado, al igual que su posterior celebración, señalando el escudo mientras miraba a la parroquia blanca apostada en las gradas del Stark Arena.
Vuelve nuestro 33, vuelve nuestra Muñequita Linda
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