Tercer clásico de la temporada y el primero en el Palau. Uno de los campos más difíciles de Europa, un fortín para los locales y un infierno para los visitantes. Solo el CSKA y el Unicaja consiguieron salir triunfadores del Palau. El Madrid seguramente jugó el peor primer cuarto de su historia, 5 puntos en 10 minutos, 1 de 9 en triples y una sensación de no saber que hacer en ataque. Campazzo desastroso en la dirección del equipo fue la razón de todos los males del Madrid.
El Barcelona tiene seguramente la defensa más física de Europa, cuando se ponen el mono de faena son un dolor de cabeza, cualquier ataque se desespera ante tal despliegue defensivo. Los de Laso no pudieron evitarlo. 22-5 en el primer cuarto. El baile era real.
Nadie duda de que cuando el Madrid no acierta desde el 6,75 le cuesta horrores encontrar formas de anotar. Con un 1 de 10 en triples de los blancos Laso no supo darle la vuelta al partido. Los locales consiguieron evitar el pick and roll que tanto da al Madrid, Hanga presionaba alto a Campazzo, los exteriores madridistas estaban cubiertos y las posibilidades del éxito ofesnivo eran casi nulas. El Madrid era un desastre y el Barcelona jugaba a su antojo, 6/8 en triples para los de Pesic. A falta de 2 minutos para el descanso Rudy anotó un triple y los visitantes se pusieron por delante en el parcial del segundo cuarto. El Madrid empezaba a despertar, se llevó el segundo parcial 17-22. El Barcelona mandaba 39-27 al descanso. Ya llovía menos.
En el inicio de la segunda parte fue una historia totalmente diferente a la primera, el Madrid mucho más suelto y liberado anotaba con mucha más facilidad. El partido estaba más desatascado y los blancos lo notaron. Sin embargo, el Barca siguió anotando con facilidad. Los blancos además habían perdido 19 balones y seguían dependiendo mucho de los triples, como siempre… Durante un momento del partido el Madrid consiguió ponerse a menos de diez, pero le duró poco, Pesic paró el partido y enseguida se volvió a jugar a lo que el Barca quería.
Solo Thompkins se salvó del desastre madridista, el americano se mostró seguro y atrevido en ataque, los pocos coletazos de rebeldía del Madrid los protagonizaba Trey. El partido defensivamente hablando fue muy intenso, los árbitros se percataron y pusieron el listón muy arriba en determinadas jugadas, sin embargo, en los bloqueos y en la pintura se cebaron pitando faltas en ataque. El Barcelona no cerraba el partido pero tampoco lo puso en peligro, el Madrid tenía bandazos pero sin continuidad, y sin acierto en el triple (4-22) no pudieron ni acercarse a la remontada.
Primera victoria del Barcelona ante el Madrid esta temporada, con esta derrota blanca se produce un triple empate en la Liga entre estos dos equipos y el Zaragoza.
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