El Madrid buscaba su 11º victoria seguida y afianzar la segunda plaza de la Euroliga en esa batalla continua con su archienemigo, el Barca Lassa. Pese a ser un partido importante Laso no se cortó un pelo, valga la redundancia, y sacó de inicio al joven Nakic acompañado del ya experimentado pero también joven Ousmane Garuba. Como dice Pablo, todo el que forma parte de su plantilla puede salir a jugar en cualquier momento.
Sobre el papel, los jóvenes no compensaron la titularidad con acierto. A Nakic se le vio muy nervioso, cometiendo dobles, y fallando tiros libres. Por su parte, Garuba estuvo muy fallón y desconcentrado. Al igual que sus compañeros, tan solo Carroll consiguió ver aro en el primer cuarto. Muchas pérdidas en los blancos y un Asvel muy enchufado en ataque permitieron a los visitantes irse con una pequeña ventaja de cara al segundo cuarto.
Tampoco empezó bien el segundo cuarto, los franceses comenzaron con un 0-5 de parcial, pero dos triples del madrid despertaron a los locales. Caseur fue un gran revulsivo para el Madrid, dio frescura y decisión en ataque, acompañado de una buena dirección de Laprovittola. Un 2+1 de Thompkins puso al Madrid por delante por primera vez después del 7-2 del comienzo. Los de Laso no tenían fluidez en ataque y no era casualidad que Campazzo no tuviera su mejor partido. Aún así, el Madrid se iba mandando al descanso tras un gran triple de Caseur desde la esquina en los últimos segundos (39-38)
La grada se metió de lleno en el partido tras el descanso, Carroll y las decisiones arbitrales pusieron en pie al Wizink Center. Totalmente desesperados los jugadores e incluso Laso criticaban todas las decisiones de los colegiados. El Asvel no se vino abajo y siguió por delante en el marcador. Pero Jaycee se volvió a poner la capa de superhéroe, se nota que le encantan estos partidos, donde solo el tira del carro, cuando el equipo se encoge, él solito se hace cargo y es capaz de darle la vuelta al partido. El público le adora y él lo sabe.
El Madrid no mandaba por mucha diferencia, pero el verse arriba en el marcador con el partido tan malo le dio esperanza y moral para afrontar los últimos minutos. Ambos equipos cometieron infinidad de fallos durante los últimos 10 minutos. El factor diferencial fue la actuación de jugadores como Caseur y Garuba. El francés nunca se esconde, y no se puede criticar nunca que no lo intente. Su decisión y valentía siempre suelen dar frutos y hoy fue el claro ejemplo de ello. Desatascador junto a Carroll. Garuba metió 5 puntos consecutivos y se resarció de su desafortunado primer cuarto. Eso y una gran defensa interior en los últimos minutos acabaron de tumbar al Asvel, un equipo que se dejó el alma y complicó hasta los minutos finales a todo un Real Madrid.
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